19. Anidados, Celo omega

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Un nido era el lugar seguro para un omega en celo, su refugio.

Solo un omega y a quien éste se lo permitiera podían internarse, por ese motivo al llegar junto al nido que ambos construyeron, Liu Huang, ayudó a Shen Yuan a entrar entre los montones de mantas, almohadas y algunas prendas de quienes consideraba cercanos, sin embargo él esperó fuera.

Una vez dentro, Shen Yuan trató de ponerse cómodo. El lugar estaba casi perfecto, movió algún que otro cojín o prenda, no obstante sabía que algo faltaba. Para ese momento, el joven omega se encontraba dentro de una extraña calma que en cualquier momento podía explotar.

No lograba pensar con claridad, por ello tardó tiempo entender: lo que le hacía falta no estaba dentro de su nido, sino fuera, a la expectativa de estar a su lado.

El aroma que desprendía Shen Yuan no se encontraba en su máximo punto, no obstante era suficiente para provocar a Liu Huang, quien comenzó a hacer uso de su fuerza de voluntad para no saltar a la cama y tratar de hacer suyo al omega que liberaba cada vez más feromonas a la espera de un alfa.

Desde el comienzo de su celo un suave rosa adornó la piel del joven omega, aunque al darse cuenta que olvidó a su esposo por un momento el rosa se tiñó de rojo. El alfa, por supuesto que se percató del olvido más eligió no decir nada, en parte divertido por la escena, en otra se encontraba más concentrado en los movimientos de su esposo, a su parecer más provocativos de lo usual.

El hallarse deseado, el ver esos ojos tan apasionados y amorosos puestos sobre él, lo hizo sentir una dicha tan grande que sin pensar extendió sus brazos en una clara invitación para que Liu Huang, su esposo, su alfa, su futuro compañero, lo acompañara en ese nido.

Su alfa, quería pasar de inmediato a la acción, reclamar a su omega para por fin ser uno. Por otro lado su yo, Liu Huang, quería atesorar ese momento tan esperado por ambos.


Entre el miedo, los problemas, los malentendidos y la distancia, también estaban la alegría, las sonrisas, la compañía y el amor; aquella ocasión era una especial, una donde por fin se entregarían al otro. Liu Huang quería atesorar cada segundo, tenía bastante tiempo para ceder a su instinto, en aquel instante solo deseaba ser de Shen Yuan.

Al ingresar al nido, Liu Huang correspondió el abrazo de Shen Yuan, dejó que sus aromas se mezclaran de forma libre. Solo una vez olió la combinación, pero en aquel incidente estaba fuera de sí, además de que esa mezcolanza fue producto de la lujuria y del temor, no como en las circunstancias actuales, que provenía del cariño y erotismo. Ese sentimiento de estar tan feliz, tan lleno, aunque parecía no tener fin sentía que estaba en su límite.

Algunas lágrimas rodaron por las mejillas de ambos, al percatarse que el otro percibió lo mismo, algunas risas flotaron por la habitación.

Sin romper su abrazo, se dejaron caer sobre la cama.

Después de admirarse por un tiempo, cerraron sus ojos, sin saber quién de los dos fue el primero en iniciar un beso, el primero de muchos durante aquella noche y las que siguieran.



Nota:

(Original en ao3) Como lo notaron en el título hay dos incisos, que se supone deberían ser de dos días/capítulos, peeero, al avanzar me di cuenta que si seguía así habría capítulos que solo serían de 50 palabras o quizá 100, pero no más. Si de por sí hago capítulos cortos, eso sería demasiado pequeño, por eso decidí que juntaría algunos.

Más allá de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora