16. Ojos de cachorro

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Mientras que frente a sus discípulos era un total ejemplo de elegancia, en la privacidad de su hogar junto a sus cuatro shimeis volvía a sentirse como una jovencita.

El tema de aquella tarde, como lo fue durante las pasadas nueve semanas, recayó en los dos enamorados más famosos de toda la secta. Y es que, ¿cómo no emocionarse con su historia de amor si el mismo Shen Yuan la ponía al día sobre lo atento que era Liu Huang con él?

Sabía que la razón principal era porque el muchacho temía que ella mantuviera una mala imagen del otro joven, a pesar de que las cosas ya se arreglaron. Los dos niños eran tan dulces, ¡no podía evitar casi morir de ternura!, en especial cuando le habló de los primeros meses que estuvieron juntos.

Sus hermanas, de alguna u otra forma se enteraron que ella tenía la primicia de las narraciones, así cada semana al reunirse comenzaron a preguntar por lo jóvenes, gracias a ello abrían un pequeño espacio para ponerse al tanto con las novedades.

Si alguien se enteraba de esto, tampoco es como si pudieran reprenderlas, las novelas de romance en efecto eran lindas, pero ¡no podían compararse con este amor puro!

—Ahora que lo pienso, ¿qué vas a hace cuando llegue el momento de elegir al siguiente discípulo principal? Si sigues contemplando al joven Yuan, ¿no sería un inconveniente para que ellos dos puedan casarse? —soltó, la señora del pico Yeshou.

Las demás asintieron al caer en cuenta de ello.

La señora de Qing Jing, tenía dos candidatos para discípulo principal: Shen Yuan y Shen Jiu. Desde varios años atrás fueron los únicos que consideró para el puesto. En un inicio pensó en elegir solo a uno, pero no duró mucho con esa idea dado que ambos jóvenes se complementaban, llegó a la conclusión de que ambos debían compartir el título del próximo señor de pico, una solución singular más no única, existieron otros casos similares con la diferencia de que se trataron de hermanos de sangre.

Tuvo sus conflictos al momento de decidir que fueran ellos, pues al ser ambos omegas en cuanto entraron uno ya tenía su pareja predestinada, al otro de inmediato se le enlazó con alguien. No habría problema si fueran personas externas a la secta o incluso discípulos comunes, sin embargo ambos se unirían con dos futuros señores de pico.

Al igual que ella, el señor de Qiong Ding no tardó mucho tiempo en darse cuenta que la mejor opción sería Yue Qi, el alfa predestinado de Shen Jiu. Por otro lado, el señor de Bai Zhan siempre tuvo en la mira al joven Liu Huang, sumado a ello la expulsión de su única competencia, era 99% seguro que el joven alfa sería elegido.

A causa de su género secundario, se esperaba de ambos omegas convertirse en ejemplares esposos de prometedores señores de pico, solo que ¡ellos también eran grandes promesas!

Para la señora de Qing Jing, solo había un camino claro. Debía ver por el bien del pico y de la misma secta, no por anticuadas creencias.

Sin duda tenía grandes expectativas, por ello debía hablar con ambos lo antes posible.


Esa misma tarde, después de una laboriosa misión, cuatro jóvenes tomaron un merecido descanso en una de las dos habitaciones que alquilaron. En un lado de la mesa estaban sentados dos muy parecidos, del otro un chico con rostro serio y junto a él uno que parecía querer ahogarse con el "delicioso" té que bebía.

Como discípulo de Cang Qiong tenía acceso a tés muchísimo mejores, incluso al ser parte del pico al que menos importancia se le daba, sin embargo su propósito era evitar llevar a cabo "el plan".

Shen Yuan, ¿a quién quería engañar? Ambos sabían lo astuto que era su hijo, de todo lo que era capaz si alguien trataba de hacer algo que no le pareciera, no se diga tratar de engañarlo. Por supuesto que a su "A-Yuan" no le pasaría nada, era a luz de sus ojos, a lo mucho lo regañaría por varios días. A él es a quien le arrancaría la lengua, si decide ser misericordioso.

Más allá de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora