capítulo 6

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¡¡¡Por favor que esto sea una pesadilla!!! Ruego mentalmente.

Me encuentro con esa mirada que desde anoche no he podido olvidar.
¡¿Cómo es posible que esté aquí?!

Su mirada no se separa de mis ojos, tiene las mejillas rojo carmesí. Y ahí está otra vez el escalofrío. No sé, porqué me hace sentir así.

Y de repente recuerdo que...
¡¡ESTOY DESNUDA!!

Frenéticamente intento taparme con mis manos. Pero sin lograr nada.

- ¡¿QUÉ HACES AHÍ DE PIE?! ¡SAL DE AQUÍ! - chillo. Él parpadea y sacude la cabeza, como despejando su mente.

- Lo s-iento - dice y se gira hacia la salido del baño; pero se da de morros contra la puerta.

- ¡MIERDA! - se queja y se va como un rayo. Veo con ojos como platos, como su gran cuerpo desaparece.

Estoy paralizada en medio del cuarto de baño. Me pellizco el brazo para ver si todo esto se trata de una PÉSIMA PESADILLA, pero no despierto. ( lo sé fue estúpido, pero valía la pena intentarlo).

Unos golpes en la puerta me sacan de mi ensoñación. Rápido cojo la toalla y la envuelvo al rededor de mi cuerpo.

- ¡¿Sam?!...¿Estas bien?...¿Puedo pasar? - es Ana.

- S-ii - susurro dudando si me ha escuchado.

Asoma la cabeza, su cara es de terror y no dudo que la mía también.

- Cam... ¿Acaba de salir del baño? - pregunta, me mira con ojos que parece que suplican para que le digo que no. Pero al ver que asiento despacio con la cabeza, su cara se enrojece de furia, sale del baño, yo la sigo. Oh no, esto no es bueno.

Definitivamente estos últimos minutos han sido las mas raros, y mas vergonzosos de mi vida. Ana baja la escalera tan rápido, que temo que caiga. Intento seguir su paso. Me choco con su espalda, cuando ella se detiene y encuentra a quien buscaba.

- ¡¿CÓMO TE ATREVES A INTENTARLO DE NUEVO?! ¡APENAS LLEVAS AQUÍ UNAS HORAS, Y YA QUIERES ENREDAR CON TUS REPUGNANTES MENTIRAS A OTRA AMIGA MÍA!? - le grita a su hermano que está sentado en la mesa desayunando. Escucho la respiración pesada de Ana, yo siento que mi corazón va a fallar en cualquier momento. Cameron traga el alimento de su boca, la abre para contestar, pero entonces Ana se le adelanta - ¡VETE DE AQUÍ! - dice, la cara de su hermano es de confusión, enfado, y culpa.

- Ana yo no he hecho nada - dice con voz calmada - No sabía que ella estaba duchándose. Te lo juro. Créeme, con todo lo mal que me he sentido por tener tu desprecio, no lo volvería hacer. No quiero que me odies - dice y mi corazón se hunde un poco, puedo ver su arrepentimiento en sus ojos azules grisaseos. La respiración de Ana se calma, le toco el hombro para llamar su atención.

- Es verdad - le susurro - Él no sabía, yo había cerrado la regadera, no pudo escucharme - le explico, su cara se suaviza.

- Vale, esta bien, te creo - me dice, le ofrezco una sonrisa de disculpa, por causar todo este follón.

- ¿Y a mi? - pregunta su hermano levantándose de su sitio y acercándose hacia nosotras. Ana suspira en derrota y asiente.

- No quiero perderte otra vez - dice él y sus largos y musculosos brazos la envuelven, ella corresponde el abrazo.

- ¿Qué me he perdido? - dice Carla que esta entrando en la cocina.

- Nada - contestamos todos al mismo tiempo.

Y llegue a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora