De golpe todos esos sentimientos que Cameron me provocaban, llenaron mi cuerpo.
- ¿Qué tal estáis? - pregunta Marco.
- Ahora mejor que bien - Carla sonríe.
Yo no soy capaz de levantar la vista, algo me dice que si le miro...me desvaneceré en cuestión de segundos.
- ¿Dónde está el b-baño? - tartamudeo.
- Ah, al final del pasillo a mano derecha - explica Ashton. Asiento y me levanto torpemente.
Abro y cierro la puerta lo más rápido que puedo. Me sostengo del lavamanos para no caerme, mi reflejo en el pequeño espejo no parece yo, estoy pálida como un fantasma.
Tengo que calmarme. No puedo dejar que me vea así. No después de cómo jugó conmigo al hacerme creer que se sentía atraído por mi.
Pensé que era diferente al chico de la historia que me había contado Carla, sobre su amiga Katrina. O tal vez no quería creerme que era de los tipos que les gusta jugar con las chicas. Pero como casi siempre, estaba equivocada. Ni siquiera sé porqué tenía la esperanza de que no fuera así, solo tenía dos día de conocerlo; sin embargo parecía que nos conocíamos de mas tiempo.
¿Porqué estas enfadada? TIENES NOVIO...o ¿lo has olvidado? - mi subconsciente me chilla.
Cameron no tendría que importarme en lo absoluto.
Ahora díselo a tu corazón - escupe.
JODER.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE TENGA SENTIMIENTOS TAN FUERTES POR CAMERON?
Casi no le conozco, aparte de lo que me han contado las chicas, cuando yo les preguntaba por él.
Dos toques en la puerta me sobre saltaron.
- ¿Sigues viva? - es Carla, dejo escapar el aire que retenía.
Abro la puerta, e intento sonreír, pero me sale una mueca muy rara. Ella lo nota.
- ¿Estas bien?... ¿Es sobre Taylor? ¿Habéis discutido o algo? - coloca sus manos en mis hombros y hace que me siente en la orilla de la bañera.
- No... estamos bien...creo - digo dudando.
En el fondo una voz me dice que no puedo seguir engañándome a mi misma y a Taylor, con respecto a mis sentimientos. Taylor es un buen chico y no se merece estar con alguien que no lo ama cómo debería.
- ¿Crees?...haber explícate - se sienta a mi lado.
Mis mejillas se fueron tornando de carmesí. No quería decir que no le amaba, pero era la verdad.
- No le amas, ¿no? - la miro, mi visión es cada vez mas borrosa, por las lagrimas que amenazan con salir - Tranquila, Ana y yo lo sospechábamos. Pero no queríamos decir nada, hasta que tu nos lo contarás.Sonrío débilmente.
- No puedo seguir engañándolo - me sorbo la nariz - Sabes...pensé que con el tiempo llegaría a quererle.
Los brazos de mi amiga me acogen en un deseado abrazo. Un carraspeo hace que el abrazo se deshaga.
Es él.
No sé el porqué, pero un enfado me invade al verle. Me levanto y paso golpeando su brazo bruscamente.
¡Esto es su culpa!
Vale...no lo es, pero un poco sí. Porque sino se hubiera cruzado en mi camino, no estaríamos en esto.
No puedes culpable por eso- mi subconsciente chasquea la lengua.
Lo sé. Pero en estos momentos estoy enfadada y puedo echarle la culpa a él.
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Y llegue a ti
JugendliteraturSoy Samantha, me he mudado con mi madre y hermana a un pueblo donde me hago amiga de un par de chicas del colegio. Todo iba normal hasta que un chico se aparece en mi vida y se incrusta en mis pensamientos sin permiso alguno...