Y llegue a ti

capitulo 5

Después de hablar y reír, recordando las locuras de Ana. Subimos a la planta de arriba. Entramos en la habitación de Ana, que estaba roncando ligeramente. Nos cambiamos los vestidos por ropa mas cómoda. Yo me puse una camiseta azul claro que tenía el logotipo de superman ( me encanta Marvel...si lo sé soy un poco friki, pero no lo puedo evitar), como hacía tanto calor me quedé en bragas. No me importó, sólo estábamos nosotras, los padres de Ana no vendrían hasta el domingo.

Carla, colocó unas sábanas en el suelo al lado de la ventana. Ana estaba atravesada en la cama y dormía en una postura no muy recomendada para "vertebrados". No quisimos moverla porque si se despertaba, no podríamos hacer que se volviera a dormir.

Mis ojos se empezaron a cerrar, mientras miraba el reloj con números fluorescentes (3:29 am).

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Abrí los ojos y espere a que se adaptaran a la fina linea de luz que se filtraba por las cortinas.

Tenía un ligero dolor de cabeza.

Alguna consecuencia tenia que tener, por haberme pasado de copas. Aunque no es tan malo, como creía que estaría.

Inspeccioné la habitación. Ana seguía en la misma postura que cuando la vi antes de dormirme, Carla también seguía dormida.

Estire mis extremidades, me restregué los ojos para despejarme del sueño. Fui al baño, me lave los dientes y la cara, y decidí bajar a preparar el desayuno. Baje las escaleras perezosamente. Prepare las cosas para hacer, huevos estrellados, bacon, tostadas y café.

Estaba tomándome una taza de café, cuando escuché un ruido, que provenía del salón.

¿Ya se habrán despertado las chicas?...seguramente estaba concentrada en cocinar, que ni siquiera me di cuenta.

Con la taza en la mano, me dirigí al salón. No había nadie. Me di media vuelta para regresar a la cocina....pero un pequeño ronquido me paró en seco.

Lentamente di media vuelta.
¿Que coño...? Me fui acercando al sofá, y me quedé helada cuando vi, de donde, o mejor dicho de quien provenía el liberó ronquido.

¡Era un chico! Estaba de espalda, por lo que no podía ver quien era.

Sentía el corazón que casi se salía de mi caja torácica y salia corriendo gritando ¡Help!

La taza de café, se me escabulló de las manos, provocando un tremendo ruido al estrellarse contra el piso, que resonó por toda la casa. El chico no se inmutó, solo se dio la vuelta. Pero seguí sin saber quien era, porque en seguida su cara fue cubierta por su brazo.

Salí corriendo escaleras arriba. Abrí bruscamente la puerta de la habitación donde las chicas seguían durmiendo. Me acerque.

- ¡¡¡¡Chicas despertad!!! - dije alto pero no grite. No quería que ese "intruso" se despertara y decidiera venir a por nosotras. Mi cabeza iba a mil por hora, imaginándose las cosas que podría hacernos.

Tengo que dejar de ver Mentes Criminales- pensé.

Las chicas se quejaron.

- ¿Qué pasa? -preguntó Ana somnolienta.

- Sam, dejamos dormir - rogó Carla.

- Chicas ...creo que me he vuelto loca - dije preocupada. Ellas vieron mi reacción y se fueron levantando, Ana quedó sentada en la cama y Carla se levanto del suelo y se sentó al lado de Ana.

- Parece que has visto un fantasma - dijo Carla bostezando.

Mi pulso cada vez iba mas deprisa. Sino fuera tan joven, ya me hubiera dado un paro cardíaco.