Cena.

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- ¡Catra, querida!

Razz prácticamente me arrojó a un lado para ir hacia Catra y tomarla de las mejillas, la morena tuvo que agacharse para que la mujer lo lograra.

- ¿Ya llegó? - Preguntó Mara desde la cocina mientras partía vegetales para una ensalada. La chica dejó caer el cuchillo y corrió junto con Adam hacia la puerta haciéndome a un lado como Razz.

Los chicos saludaron a Catra de una manera vergonzosa diciendo que recordaban como rea de niña cuándo ambas nos quedabamos en casa para hacer pijamadas.

- Me sorprende realmente que Adora haya podido salir con alguien como tú, no pensé que fuera a salir con alguien nunca. No entiendo cómo logró que fueras su novia - Dijo Adam y en seguida me acerqué para matarlo.

Pero entonces Catra dijo con simpleza:

- Oh, entonces supongo que tú tienes novia.

Mi hermano dejó de sonreír más rápido de lo que había llegado a la puerta.
Catra sonrió cuándo yo, Mara e incluso Razz comenzamos a reír.

- Estoy en eso - Dijo entre dientes alejándose.

- Seguro que sí - Se burló Mara volviendo a la cocina.

- Estaremos en mi cuarto - Les dije a todos tomando a Catra de la muñeca arrastrándola lejos de mi familia y sus vergonzosos comentarios - Bajaremos cuándo esté la cena.

- Adiós, enamoradas - Canturreó Mara.

- ¡Dejen la puerta medio abierta! - Gritó Adam.

Voltee hacia él con las mejillas ardiendo y le mostré mi dedo medio sin dejar de empujar a Catra.

Cerré mi puerta con fuerza detrás de mí y solté un suspiro.

Catra comenzó a reír.

- Tus hermanos son increíbles - Me dijo la morena.

- ¿En serio?

- Sí, son graciosos, en mi casa con mamá no me río nunca.

Lo pensé por un momento.

- Bueno, supongo que sí son algo graciosos a veces. Cuándo no son entrometidos.

Catra sonrió. Echó un vistazo a mi habitación, girando para verla por completo.
Mi habitación era bastante simple, paredes azul celeste, una cama con sábanas floreadas que Razz había elegido, un escritorio frente a mi ventana y lo más reciente: El unicornio gigante en la silla de al lado de mi closet.
Ah sí, y mi repisa de libros, la cuál Catra estaba viendo ahora y pasó sus dedos por los lomos de los libros.

Me senté en mi cama, dejando que se pasara por mi habitación.

- Te gusta el romance - Dice Catra en voz baja leyendo los títulos de los libros.

- Sí - Reí.

- No creo que ésto pase en la vida real - Me dijo leyendo la parte de atrás de uno de mis libros favoritos.

- ¿Disculpa? - Levanté una ceja retandola - ¿Tú qué sabes? Sólo has estado en dos relaciones y una de ellas es fingida.

- ... Touché.

Levanté mi barbilla victoriosa.

- Aunque la primer relación tampoco fué muy diferente que digamos.

- ¿Qué quieres decir?

Catra se acercó a mi cama y se dejó caer boca arriba con un quejido.
La miré con los brazos y piernas cruzadas.

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