Capítulo 23 Angustia

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Capítulo 23 Angustia

Draco, Ginny y Hermione se aparecieron en la casa de los Lovegood, Ginny se adelantó para saludar al sr Xenophilus, cuando Hermione paro su andar antes de entrar y dijo con decisión:

— ¿Ya es hora de que yo también tenga una de esas no crees?— exigió con molestia

El slytherin se volteó hacia ella sin saber a qué se refería y ella por respuesta señaló la varita del joven.

—La tendrás a su debido tiempo—dijo dando por sentado el asunto pero ella insistió

— ¿Así que iré desarmada a buscar a mi hijo? — Cuestionó molesta — entonces dame un arma con que defenderme

— Así que quieres venir — la joven asintió fervientemente

— Por supuesto que no, tú no vendrás

Hermione abrió los ojos y alterada lo encaro — Por supuesto que iré con ustedes… ¡Claro que lo haré! —sentenció decidida y golpeando el piso decidió que no sé movería de allí

¿Quién se creía que era él para darle órdenes?

El rubio se volteó hacia ella y le ordenó seriamente — Sígueme

—No, no lo haré. No seas cabeza de piedra ¡Dije que no!

La castaña negaba enérgicamente y él insistía — entrarás conmigo o si no tendré que obligarte… Y ahí sí seré un cabeza de piedra

La joven resopló molesta y con decisión contestó — atrévete a hacerlo y haré algo más que llamarte cabeza de piedra — en ese momento sacó de su bolso un arma que le había robado a Harry momentos antes de salir de la mansión — dije que iré contigo a buscar a mi hijo ¡Y eso haré!

El rubio dio un paso hacia atrás sorprendido — oye ¿te has vuelto loca?

—pues sí, ¡todos han logrado que me vuelva loca! ¡Han logrado desquiciarme!

Desde el umbral de la puerta eran observados por Ginny y el señor Lovegood, con semblante serio.

—estoy loca ¡estoy más loca que tú!

— ¿Así que estás loca? — Dijo sonriendo falsamente — él único loco aquí soy yo — dicho esto en un movimiento rápido la levantó sobre su espalda y la cargó

— ¿Qué estás haciendo? — Decía mientras pataleaba — ¡suéltame, Draco! ¡He dicho que me sueltes!

Ella le golpeaba la espalda pero él no la soltaba sino todo lo contrario se hacía camino hacia la puerta de la  casa.

— ¿Con qué quieres que te suelte, eh?

—sí, eso quiero ¡suéltame!

Seguían peleando mientras se acercaban a la casa y el señor Lovegood los observaba con semblante serio y meditabundo.

— ¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a disparar? — decía retándola

—sí eso haré, te voy a disparar si no me sueltas

Al llegar a la puerta y darse cuenta que eran observados por ellos se quedaron callados y el joven la depósito en el suelo, miraron apenados a Xenophilus, disculpándose por tal alboroto.

El hombre dirigió su vista a el arma qué sostenía la chica y con gentileza la quitó de sus manos y le dijo — piensa lo que haces. Ahora pueden pasar — dijo dándole la espalda esperando que lo siguieran
Pero Hermione no estaba conforme con esa decisión y gritó — Yo quiero buscar a mi hijo

— Tú no conoces esas montañas, no puedes ir — debatía el joven con terquedad

Ella le miraba con gran cólera—todos estos años estuve a merced de Ron sin saber qué es lo que pasaría, fui a Georgia sin conocer ese lugar y yo misma me hice cargo de Ronald ¡Y lo hice sola!

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora