Capítulo 42. Te voy a matar.

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Capítulo 42. Te voy a matar.

A la mañana siguiente, Draco despertó dolorido por la posición incómoda en la que se había quedado dormido; sin embargo, al ver a Hugo y a Hermione dormir con paz y quietud sintió que todo eso valía la pena. Se levantó, estiró sus piernas y brazos y después de salir de la habitación, se dirigió al baño. Salió de allí y bajó a la cocina, no esperaba encontrar a nadie a las seis de la mañana, pero fue grande su sorpresa al darse cuenta que Lavender estaba allí.  Llegó de una manera tan sigilosa que la tomó por sorpresa e hizo que se le cayera una cuchara al piso.

—Lo siento, no te escuché llegar —se disculpó y recogió la cuchara para ponerla en el fregadero.

Él se acercó y alzó una ceja curioso.

—No sabía que fueras tan madrugadora. —Ella le sonrió forzadamente y él se acercó a ver qué estaba haciendo—. ¿Qué estás preparando?

—Estoy haciendo té y pan tostado para Hermione. A ella le gusta mucho.

Draco quiso acercarse y tomar una barra de pan, pero ella se lo impidió inmediatamente dándole un suave golpe en la mano.

—Este es para Hermione, si quieres uno para ti te lo hago enseguida.

Él se extrañó.

—¿Por qué no puedo tomar ese pan?

—Es que ese es con mermelada de fresa y ya no queda más mermelada. Y ella solo come esa mermelada, es su favorita.

Él asintió.

—Entonces, ¿con qué me vas a hacer el mío?

—Con mermelada de frambuesa —le dijo con una sonrisa y pronto tomó del estante la mermelada de frambuesa.

—No es necesario, yo lo hago —respondió restando importancia.

Como todas las mañanas,  se hizo un café bien cargado para poder despertarse totalmente, tomó un pan tostado, le untó mermelada de frambuesa y siguió conversando con Lavender, aunque ella se veía muy incómoda y cuando Xenophilius bajó a desayunar, se excusó y salió de la cocina.

Desayunaron, llevó al niño a la escuela y luego se dirigió al ministerio, pero no dejaba de pensar en las constantes alucinaciones de Hermione y en cómo podía ayudarla. Debido al exceso de trabajo ese día, Ginny se había ofrecido a acompañarla al psiquiatra y aunque él no estaba del todo complacido, no le quedó de otra.

Mientras el jefe de aurores los convocó a todos a una reunión, él solo podía tener ojos para observar con profundo odio a Ron y él por su lado le dedicó un gesto burlón y desafiante. No entendía cómo podía seguir siendo un auror pese a su historia con Hermione.

Al término de la reunión, donde prácticamente no había escuchado nada, se dirigió a su oficina revisando el correo que minutos antes le dio su secretaria. No encontrando nada importante, solo memorándums, regulaciones para los empleados del ministerio y algunas hojas llenas de quejas hacia varios aurores.Dejó todo en su escritorio, se sentó y tomó un bolígrafo comenzando el papeleo. Estaba justo a la mitad cuando la puerta de su oficina se abrió bruscamente y entró Ron Weasley.

Él dejó el bolígrafo a un lado y se levantó yendo hacia el mal encarado Weasley.

—¿Qué estás haciendo aquí, animal? —preguntó conteniendo las ganas de golpearlo.

Ron, en cambio, le sonrió con burla.

—Espero estés disfrutando los últimos días junto a mi esposa y mi hijo porque pronto regresarán conmigo.

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora