Capítulo 25

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Capítulo 25

Después de un rato Draco se tranquilizó y entró a la mansión, pero antes de dirigirse a su habitación se desvío a la alcoba donde se encontraban Hermione y su hijo. Al abrir la puerta con cuidado de no ser escuchado, pudo verlos a ambos dormir. Se acercó y se arrodilló a un lado de Hermione, observándola, fue inconsciente de como su mano se aproximó a la mejilla de la joven en un intento por acariciarla, pero al detener su vista en su anillo de bodas se detuvo y cerró la mano en un puño.

Soltó un suspiro y se levantó dirigiéndose a su habitación no sin antes darles un último vistazo.

A la mañana siguiente Hermione despertó antes que su hijo y asegurándose que no tenía fiebre le dio un beso en la mejilla y se bajó de la cama con el firme propósito de hacerle algo de desayunar a su hijo.

Bajó las escaleras y sintiéndose algo desorientada al estar en esa enorme mansión, giró hacia la izquierda y miró un largo pasillo, comenzó a caminar y vislumbro una puerta de dónde provenía un delicioso aroma a pan recién hecho.

Estaba por entrar cuando la voz de Narcisa la hizo girar sobre sus talones.

— ¿Qué crees que haces?

—Lo siento señora Narcisa…yo solo buscaba hacerle algo de comer a mi hijo— respondió apenada

La rubia la miró con mala cara y respondió:

—me pregunto ¿qué clase de mujer eres tú? Aquí nadie te quiere

La joven tragó grueso tratando de que sus palabras no la lastimaran

—Eso lo tengo muy claro, si estoy aquí es porque su hijo insistió en traernos

Narcisa la miró con odio — Tú hiciste que se rompiera el compromiso de mi hijo con Astoria —la chica abrió los ojos, sorprendida —Pero una cosa si te digo: tú nunca te convertirás en mi nuera ¡Nunca! Antes muerta que llegar a permitirlo

Hermione sintió un extraño alivio internamente y no pudo evitar preguntar

— ¿Él rompió su compromiso?

Narcisa notó un deje de felicidad en su voz y con una sonrisa le contestó— no cantes victoria tan pronto, muchachita…  Ayer Draco visitó a Astoria y le devolvió la argolla —dijo sonriéndose y notando cómo sus palabras afectaban a la joven— Mi hijo le dijo: Jamás te dejaría por esa zorra y su hijo

En ese momento Draco se aproximó a ellas, y aunque su madre trató de fingir amabilidad hacia Hermione, él había escuchado todo

—Madre, déjala en paz ¿Hasta cuándo la molestarás?— gritó enojado

Tras de él llegaron Ginny y sus hijos en compañía de George, ya que Harry había salido temprano a trabajar.

— ¿Qué es lo que pasa?—preguntó la pelirroja

—Sí ¿porque tantos gritos?— secundó George

Narcisa dejó de fingir y apuntando con el dedo a la joven le exigió a su hijo qué se llevará a a la mujer y a su hijo

—Juro que le prenderé fuego a esta mujer si no se larga de mi casa. ¿Hablé claro?

—Tú no harás nada, madre—dijo y tomó a Hermione por los hombros dándole la vuelta para que no siguiera escuchando a su madre —Ve por Hugo.  Nos iremos de aquí

Narcisa al oírlo lo tomó del brazo —Tú no irás a ningún lado ¡Es ella quien debe irse!

—Mamá ya basta ¡Es suficiente de esto! No dejaré que sigas insultándola —sentencio soltándose de su agarre y dirigiéndose a Ginny, habló —Ayúdala ¿Si?

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora