Capítulo 39¿Que me dirías?

219 18 21
                                    

Capítulo 39 ¿Que me dirías?

Astoria y Daphne platicaban sin mucho ánimo en la sala. Daphne acariciaba el cabello de su hermana y aunque no le gustaba verla triste, al menos había dejado de lado el tejido que tanto tiempo atrás tercamente insistía en hacer pese a que su boda con Draco se canceló.

Astrid entró a la sala en busca de su saco puesto que tenía una reunión importante con sus amigas. Dirigió la vista a sus hijas y negó con la cabeza.

—Astoria, ¿todavía estás llorando? —Tomó el saco y lo puso en su antebrazo—. Tu padre te dio una bofetada, pero no te preocupes él te quiere. 

—Es la primera vez que papá le da una bofetada a mi hermana. Déjala que esté triste, es su derecho.

Astoria miraba a su madre sin decir nada.

—Porque por primera vez se lo merecía, se comportó como una cualquiera. Y eso lo sabes muy bien, Astoria —dijo en tono severo y la joven bajó la mirada—. Hija, eres muy inteligente, pero Longbotton solo está jugando contigo. ¿Cómo es que no lo ves?

Astoria alzó la vista.

—No es así, mamá, tú no lo conoces.

—Quédate callada o también te abofetearé —le advirtió su madre con ojos saltones—. No cabe duda: tu padre hizo muy bien. ¡Merecías esa cachetada! 

—¿Cómo puedes decir eso mamá? ¡Soy tu hija!

—No me alces la voz, Astoria — advirtió con tono autoritario—. Anda, levántate, no te quedes ahí como un gato holgazán —suspiró y salió de la sala—. Una bofetada no es el fin del mundo —se le escuchó decir a lo lejos.

Daphne abrazó a su hermana.

—No le hagas caso, aunque la verdad quizás sí te lo merecías.

—¿Qué? —La volteó a ver, incrédula, separándose de su abrazo.

—No me malinterpretes, hermanita, pero no estuvo nada bien escaparte sin decirle nada a nadie y menos para irte a quedar con Neville.

Astoria se levantó de golpe.

—Estoy cansada de que impongan este modelo de sociedad falsa y llena de prejuicios. Neville es mucho mejor de lo que todos piensan, y me ama. ¿Cuándo vas a jugártela y darle el sí a George? Puedo asegurarte que toda esa amargura que te cargas desaparecería para siempre si tan solo hicieras caso a lo que tu corazón te dice.

Daphne resopló indignada y se levantó también de un salto.

—Pero ¿quién te crees para que me hables así? —espetó enojada—. ¡Deja de meter tu nariz donde no te llaman!

Astoria ahogó una pequeña risa.

—Deberías dejar de negar lo que sientes y abrir tu corazón. —Su hermana le puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos—. Espero que para cuando lo hagas no sea demasiado tarde.

Al decir esas palabras, Astoria salió de allí rumbo a su habitación.

Mientras Hugo, Lavender y el señor Lovegood desayunaban, Draco salió al jardín a hablar a solas con Hermione.

—Muy bien. Ahora, respóndeme. ¿Qué has decidido?

Hermione le miró con ojos suplicantes.

—Draco —dijo con voz lastimera.

—Hermione...

Draco pudo percibir nervios e indecisión en su mirada, suspiró y acercó una mano a su mejilla para después bajarla rápidamente.

—Si todos estos nervios son porque tu respuesta es negativa, solo dímelo.

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora