Capítulo 48 Preparandose

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Capítulo 48 Preparandose.

Horas más tarde, Narcissa se hallaba en su habitación, recostada y siendo atendida por su elfina, en presencia de Ginny en lo que esperaban a que Draco regresara de la casa Lovegood.

La elfina se retiró después de recoger la taza de té vacía de su ama. Ginny, con una sonrisa le acercó el periodico a Narcissa, le acomodó su almohada, le puso una manta encima y le preguntó si se le ofrecía algo más.

Narcissa observó el periodico y dijo:

—Está al revés.

—Oh sí. —La joven lo puso al derecho sin dejar de sonreírle y mirarla como si quisiera decirle algo.

—Tengo miedo a preguntar, pero ¿me podrías decir que estás haciendo?

—Nada, solo la estoy cuidando como se merece. ¡Yo sabía que no era tan mala como parecía, sobre todo después de entregar a mi sobrino a su padre, pero ahora que protegió a Hugo de ese hipogrifo, me queda claro que sí tiene corazón, uno pequeño tal vez, pero ahí está!

Narcissa se quitó el periódico del regazo y con aire serio le contestó:

—Escúchame, si alguna vez Draco se pone en peligro por Hermione volvería a hacer lo mismo. —Ginny quiso replicar pero Narcissa siguió—. Pero si Hugo está en peligro, ten por seguro que daría mi vida por ese niño inocente. En esta vida solo hay una cosa a la que nunca renunciaré y eso es a mi hijo. Siempre lo protegeré y si con eso el mundo se pone en mi contra, no me importa.

Ginny sonrió enternecida y la abrazo, a lo que Narcissa se removió incómoda.

—¡Muchacha loca! ¡Mi brazo! —se quejó y al fin la soltó.

Draco se rió levemente desde el dintel de la puerta.

—Hijo, gracias a Merlín que llegas.

—Quien la escuche pensará que soy una mala compañía —replicó Ginny, limpiando el rastro de lágrimas en sus ojos—. Mejor dinos, ¿ya vas a perdonar a tu madre?

Draco se aproximó y posando los ojos en su madre, finalmente habló:

—No debería perdonarte, no debiste hacer todas esas cosas —soltó un suspiro—, pero eres mi madre y tenerte a mi lado no tiene precio —le sonrió y Narcissa le imitó.

—Mi niño, ven aquí.

Narcissa le abrazó y Draco besó su mano, con respeto.

—Ginny, ¿estás llorando? —preguntó Draco al escucharla sollozar.

—Claro que no —se levantó—, les voy a traer un poco del pastel que le traje a tu mamá. —Dicho esto salió de la habitación.

Draco sonrió y miró a su madre esperando una explicación.

—Está muy sensible —dijo Draco.

—Demasiado. —Narcissa guardó silencio y luego abrió los ojos con asombro—. Tal vez ella está…

—Ay no —respondió Draco, divertido.

Narcissa le palmeó un espacio a su lado y él se sentó.

—Qué sorpresa que vienes a verme —dijo la mujer con un toque de reclamo.

—Mamá, bien sabes la razón.

—Aléjate de ese tipo, por favor —le pidió y le tomó de las manos—, ese hombre es peligroso.

—Ahora menos que nunca puedo hacerlo. Presentó una demanda por la custodia de Hugo. Acusa a Hermione de estar loca.

—Ese desquiciado.

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora