Capítulo 26 Ingenua

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Capítulo 26 Ingenua

Daphne limpió sus lágrimas, algo molesta de encontrarse con el menor de los weasley.

— ¿Qué se te ofrece? -preguntó cortante.

— ¿Qué pasa Daphne? Te vi tan sola que decidí venir a saludarte…no te ves nada bien -respondió acercándose, fingiendo una mirada compasiva. Sonrió con falsa amabilidad, y  limpió con su pulgar una lágrima traicionera que resbalaba por su mejilla.

—No entiendo por qué una hermosa dama como tú está llorando. Dime, ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

Ella rechazó su agarre  —De hecho… Sí. Hay algo que puedes hacer -él la observó con repentino interés— Llévate a tu mujer y a tu hijo, que solo le han traído desgracias a mi familia.

Ron suspiró de forma dramática tratando de, según él, controlar la tristeza que eso le producía —No tienes idea de lo que he tenido que pasar, Daphne.

—¡No me interesa saber el por qué golpeabas a tu esposa! ¡Solo aléjala de mi hermana!

Él levantó la vista hacia ella y con angustia sobreactuada, se dejó caer al suelo, totalmente derrotado.

—¡Por Merlín! ¿Tú también? ¿Cuándo acabará esto? -decía con falsas lágrimas y la voz entrecortada.

Al verlo en ese estado de desesperación y desolación, Daphne sintió pena por él. Y dentro de sí misma se convenció de que Hermione era una mentirosa.

Se agachó a su altura y preguntó —Si no la golpeabas, ¿Por qué huyó de tu lado?

El movió la cabeza hacia ambos lados, sonriendo internamente, haciendo acopio de sus dotes actorales, y fingiendo un nudo en la garganta, comenzó a relatar —Yo siempre le he dado todo a Hermione, nunca le ha faltado nada,  ¡Siempre la he amado! Pero ella es una pérfida, que busca cualquier oportunidad para serme infiel. No tienes idea de cuántas veces la he perdonado y ella juraba que cambiaría… Pero no lo hizo -tomó aire y continuó— y ahora está encaprichada con Malfoy y se inventó toda esa historia para difamarme y causar la lastima de todos… ¡Te juro que nunca la he lastimado!

Daphne con cierto recelo cuestionó — ¿Y la mano? Yo curé esa herida y eso no es ningún invento.

Ron limpió sus lágrimas y la miró fijamente antes de hablar —Ella se lastimó en la noche que se escapó con Malfoy -contestó apesadumbrado — ¡Y después me echó la culpa a mi!

—Entonces ¿Es cierto que la torturaste?

—Te contaré porque sé que no vas a juzgarme…y además sé que no te podría engañar.

—Cierto, no me puedes engañar -respondió, jactándose de sí misma.

Feliz con su logro, y pensando la ingenuidad que se cargaba esa muchacha, continuó —Esa noche Malfoy coqueteó con mi esposa, y vi la forma en que se miraban. Son cosas que son evidentes -soltó un suspiro —y más aún cuando no es la primera vez que te engañan -respondió bajando la mirada.

Ella analizó sus palabras tratando de encontrar algún rastro de mentira en ellas,  sin embargo vio sinceridad en sus ojos, esos ojos que le recordaban a George y la hacían sentir en casa,

Tal vez por eso decidía creerle...

—Hay algo que no entiendo, ¿Porque sigues tras ella si te ha engañado tantas veces?

Él sonrío apesadumbrado —Sé que no soy perfecto, tengo defectos y debilidades que ella ha sabido aprovechar muy bien...

—¿Debilidades? -la joven estaba un poco confundida con esa declaración.

Fugitiva : Evitando el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora