La realidad era confusa. Todo estaba borroso con bordes de enfoques suaves, como un filtro fotográfico o una pintura impresionista. Grandes manos ásperas que olían a aceite de motor magullaron la carne de la parte superior de sus brazos mientras levantaban a Selina del suelo y la obligaban a arrodillarse. Una explosión los derribo.
Gotham City. Batman. El rubí. Los pensamientos de Selina se aclararon. ¿Había perdido el conocimiento? ¿Por cuánto tiempo?
Cinco figuras salieron a través del tragaluz roto mientras el sonido de las sirenas de la policía aullando por las calles se hacía más cercano. Por el rabillo del ojo vio que Batman también había sido capturado. Dos hombres nerviosos lo agarraron con fuerza, sus ojos se movieron rápidamente entre Batman y una mujer vestida con un traje rojo de un solo hombro. Ella se movió con gracia desde el tragaluz roto, su cabello fluyendo detrás de ella como lava negra. Los acerados ojos de zafiro y una mata de pelo blanco que brotaba de la línea del cabello le daban un aire frío e imponente. El tatuaje de una pata de gato roja adornaba su brazo.
-Red Claw – gruñó Batman –
-¿Red Claw? – Catwoman preguntó, dudosa – Red Claw no es... – Se interrumpió cuando la comprensión vino a ella. Red Claw era un líder terrorista kasniano empeñado en restaurar el país en ruinas a su gloria de antes de la guerra. De todas las historias sobre el esquivo líder de la organización, siempre se había asumido que Red Claw era un hombre. Aparentemente no – Bien jugado – dijo Catwoman con una pequeña cantidad de respeto a regañadientes – No hay mejor engaño que hacer que las fuerzas del orden busquen por el mundo a alguien que no existe.
Garra Roja la ignoró.
Un secuaz enmascarado le entregó el rubí a Red Claw. Sonriendo con malicia, lo examinó lentamente girándolo con cuidado en sus manos. Entrecerrando los ojos, su sonrisa decayó.
-¿Dónde está? – Preguntó, dándole un rodillazo a Batman en el estómago – ¿O lo tienes tú? – Se volteo para mirar a Catwoman –
-Y pensé que podríamos ser amigas – bromeó Catwoman. Red Claw le dio un puñetazo en el estómago –Es falso. Alguien nos ganó a las dos el rubí – Estaba herida, pero no demasiado herida para burlarse de la terrorista –
-¡Tonta! ¡No sabes nada! – Red Claw gruñó mientras le daba una bofetada en la cara a Selina. Sabía que las sirenas de la policía estaban cerca –
-Mátalos – Red Claw dejó caer el rubí y volvió a trepar por la cuerda que colgaba del tragaluz –
Los secuaces se acercaron a ellos. Al ver su oportunidad, Batman se liberó y de unos fuertes golpes aturdió a los dos hombres que lo sostenían. Aprovechando la distracción, Catwoman deslizó el agarre de su captor y lo ataco con un barrido de piernas bien colocado. Libres y superados en número, Batman y Catwoman se miraron. Sin hablar pero totalmente de acuerdo, empezaron a moverse.
Batman golpeaba alto cuando ella golpeaba bajo, se fue a la izquierda cuando ella fue a la derecha. Los hombres recibieron golpes y patadas, sorprendidos por su sincronicidad. También los sorprendió la gran facilidad de su trabajo en equipo, la conciencia del otro, la gracia con la que lucharon juntos.
En poco tiempo, los hombres yacían esparcidos por el suelo como muñecos de trapo. Se miraron el uno al otro por un momento antes de que él girara sobre sus talones.
-Voy tras Red Claw.
-Te acompaño – le anuncio Catwoman –
-No – dijo Batman, sacando la pistola de agarre de su cinturón –
-¿No?
-Quédate aquí.
-¿Te parezco un Robín? – ella se burló –
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Catwoman: Tres temporadas en Gotham City
De TodoConoce a Selina Kyle, también conocida como Catwoman. Es adicta a la noche. Adicta a los objetos brillantes. Adicta a Batman. Pero sobre todo, Catwoman es adicta al peligro. No puede evitarlo, y la verdad es que no quiere. Es buena siendo mala y muy...