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Brillando como luces de Navidad, el Queen's Ruby descansaba a salvo en su estuche. La iluminación inestable notada por Selina la noche anterior no había cambiado. O el museo estaba exhibiendo intencionalmente una falsificación, lo cual era poco probable, o no tenían idea de que era una falsificación. ¿Qué tenía eso que ver con Red Claw?

El personal del museo había hecho un trabajo increíble limpiando la habitación después de los eventos de la noche. Apenas podía decir que esa habitación había sido el escenario de un allanamiento y una explosión menos de 24 horas antes. Incluso habían reemplazado el tragaluz. Pero la limpieza exhaustiva no significaba que se hubieran borrado todas las pruebas. Usando el escáner de infrarrojos integrado en su capucha, Batman examinó la habitación en busca de rastros adicionales del material corrosivo no identificado que se había filtrado a través de los cables de la pantalla. Nada. Ni siquiera una gota en el suelo junto a la maleta. Quienquiera que hubiera cambiado las gemas había tenido cuidado.

Catwoman se deslizó por la cuerda que había dejado colgada del tragaluz abierto.

-¿Tienes algo? – preguntó Batman mientras miraba más de cerca el estuche que contenía el rubí. Catwoman había insistido en examinar el interruptor de seguridad principal después de que lo desactivó –

-Sin cables cortados, sin dispositivos para eludir el sistema, nada. Ni siquiera un rasguño o abolladura en ninguno de los cables donde se podría haber colocado un desviador de electricidad. Quien haya desactivado el sistema anoche, fue minucioso y no dejó rastro.

-La iluminación no ha cambiado en la vitrina – dijo Batman, cambiando de tema – Y el cableado del sistema de seguridad local ha sido reemplazado – Hizo un gesto hacia el rubí con la luz de su bolígrafo –

-¿Puedo? – ella preguntó. Agarró la luz de su bolígrafo y la sostuvo por encima del rubí. Con la iluminación adicional, el rubí perdió su color rojo oscuro – Eso explica mucho.

Batman esperó a que ella continuara.

-La iluminación adecuada habría sido un claro indicio de una falsificación. Los rubíes del valle de Mogok, que es donde se descubrió este, son típicamente rojo sangre. ¿Esto? Parece que alguien tomó un crayón rojo y lo convirtió en un trozo de plástico.

-La iluminación de la carcasa es intencionada – dijo Batman –

-Esa sería mi suposición.

-Entonces alguien con acceso a la exhibición sabe que es falso.

Ella asintió y le devolvió la linterna. Batman metió la mano en su cinturón de herramientas y aseguró un pequeño dispositivo al costado del podio.

-¿Qué es eso? – le pregunto ella –

-Es un emisor de pulsos electromagnéticos. Altera el sistema de seguridad local – Diminutas luces rojas parpadearon durante quince segundos antes de brillar en verde –

-Prefiero mi camino – dijo Catwoman, mostrando sus garras con punta de diamante. Levantó con cuidado el estuche de plexiglás que rodeaba el rubí y lo tomo. Batman presiono el botón de su guantelete y separo la mini computadora –

-Es un teléfono – dijo ella sorprendida, mientras Batman giraba la computadora en sus manos. Comenzó a tomar fotografías del rubí y su vitrina para el archivo del caso –Inteligente – volvió a repetir Selina. Ella estaba impresionada – Trata de no dejar que se te suba a la cabeza.

Batman volvió a encajar el teléfono en su guantelete y recogió el rubí. Dándole la vuelta en sus manos enguantadas, trató de pensar como Red Claw. Pasó sus dedos enguantados por los lados lisos de la gema.

Catwoman: Tres temporadas en Gotham CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora