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La gravedad hizo lo suyo. Cuando se movieron, se sintieron como si se estuvieran moviendo bajo el agua, cada movimiento tomaba toda una vida. Toda una vida que no tuvieron.

Cuando el gancho se soltó, Catwoman rompió la última cuerda que los unía. Batman la agarró y el impulso de sus movimientos anteriores los llevó hacia el acantilado. Catwoman se sacó el látigo de la manga y lo desplegó con un chasquido. Se balanceo con fuerza y ​​lo envolvió alrededor de una pequeña roca que afloraba debajo del borde del acantilado. Batman recibió el impacto con su hombro mientras volaban hacia allí, con sus piernas a solo 10 pies por encima de los líquidos verdes del pozo.

Se quedaron paralizados, ambos sabiendo que no debían hablar ni moverse. Su posición les impedía ver otra cosa. El brazo de Catwoman se sacudió con el esfuerzo de sostenerlos a ambos, y a parte la roca crujía bajo su peso combinado.

Batman se movió con cuidado, sacando una pinza de repuesto de un compartimiento oculto en su traje. Hizo un gesto hacia un estante de piedra al otro lado del pozo, colocado más alto que la consola de la computadora.

Red Claw asintió. Disparó hacia ellos cuando la roca de la que colgaban Batman y Catwoman cedió. Pero su avance en los muros los acercó más mientras subían al estante. Una vez que estuvieron en pie, Batman pronunció una palabra:

-Muévete.

Ellos atacaron.

Batman golpeó a Talia en el pecho con una patada deslizante, tirándola contra Ubu y enviándolos a ambos hacia atrás.

-¡Ama! – Red Claw lloró mientras corría hacia ella. Catwoman la detuvo con una patada voladora en el pecho –

Batman agarró su cinturón de herramientas y sacó dos batarang explosivos. Golpeó la puerta de la cámara, lo que hizo que se desmoronara y bloqueara la entrada de refuerzos. La explosión provocó que las paredes de la cámara se agrietaran y trozos de piedra cayeron del techo, algunos de los cuales salpicaron con fuerza en el pozo de Lázaro de abajo.

-¿Ama? – preguntó Ubu, sacudiendo los hombros de Talia –

-¡Tráemelo! – Talia jadeó. Ubu se puso de pie de un salto y saco su espada –

Gritando, corrió directamente hacia Batman. Batman estaba listo para él, por lo que tomo una espada en el suelo y lucharon por todo el lugar. Estocadas, golpes y patadas aterrizaron en ambos lados sacando chispas provenientes del metal por todo su alrededor.

Red Claw estaba de nuevo en pie. Ella y Catwoman se estudiaron la una a la otra mientras se rodeaban, ambas listas para saltar.

-Pagarás por tu insolencia – dijo Red Claw. Catwoman puso los ojos en blanco –

-Lo que digas, cariño – dijo Catwoman –

Red Claw se abalanzó sobre ella. Selina esquivó el ataque y aterrizó un codo entre sus costillas mientras más escombros caían del techo.

Ubu le dio un golpe a Batman, enviándolo a la consola de la computadora y haciendo que soltara su espada. El justiciero reutilizó el impulso e hizo un salto de mano, su bota conectó con la barbilla de Ubu. Sin perder el ritmo, golpeó hacia abajo, agarrando la nariz de Ubu y enviándolo tambaleándose hacia atrás. Cayeron rocas entre ellos. El acantilado bajo sus pies se estremeció.

-¡No podemos quedarnos aquí! – dijo Batman, tratando de hacer entrar en razón a Talia –

-Siempre me pregunté qué veía mi padre en ti. Tienes demasiado miedo de enfrentarme de hombre a hombre – dijo Ubu, pateando alto. Batman lo bloqueó y saltó fuera de alcance –

-¡Escúchame! ¡El techo se está derrumbando!

-Deberías escucharlo – gritó Catwoman mientras Red Claw apartaba los pies de debajo de ella –

Selina utilizó su entrenamiento de gimnasia y se puso de pie, bloqueando la patada dirigida a su rodilla izquierda. Casi al momento, Catwoman le lanzo un golpe en la cara a la terrorista, rompiéndole la nariz en el acto.

El acantilado se estremeció de nuevo, casi tirándolos a todos al suelo. Cayeron rocas, enterrando parcialmente a Talia.

-¡Ama! – Red Claw gritó mientras Ubu gritaba lo mismo –

Corrieron hacia Talia mientras el acantilado se agrietaba.

-¡Tenemos que salir de aquí! – Catwoman grito mientras corría hacia Batman. El asintió antes de ver por la pantalla como los hombres de Leviathan se llevaban el tubo de la biotoxina en un transporte hacia otra parte de la isla.

Mientras, Ubu había sacado a Talia de las rocas. Apenas estaba viva.

-¡Pagaran por su insolencia! – dijo Talia –

-¡No hay tiempo! – dijo Batman. Talia lo ignoró. La agarró por los hombros y la hizo mirarlo – Talia. No hay tiempo. Sálvate... ven conmigo – y entonces él le tendió la mano –

Su rostro estaba helado, frío. Buscó sus ojos y descubrió que ella había llegado a la misma conclusión a la que él había llegado en el momento en que la vio en el pasillo: todo había terminado entre ellos. Había terminado durante mucho, mucho tiempo.

-He hecho mi elección – le contesto Talia –

Ella se separó de él y fue a escapar por otro compartimiento. Batman respiró hondo y volteo hacia Catwoman, que estaba tratando de lucir lo más despreocupada posible mientras observaba cómo el hombre al que amaba desarrollaba su drama personal por una mujer que claramente no estaba bien mentalmente y evitaba ser aplastada por grandes rocas.

Lo último que vieron fue como Talia escapaba por una puerta inferior y dejaba morir a Ubu y a Red Claw, que fueron aplastados por una pesada roca.

-¿Estás bien? – Selina preguntó. Batman envolvió su brazo alrededor de su cintura y sacó su Bat-garra de su cinturón –

-Nunca he estado mejor – Bruce se quejó – Esto aun no termina. Van a desplazar a la toxina a otra parte de la isla, posiblemente al atracadero de submarinos bajo la superficie.

-Conseguiremos transporte hacia allá – Selina le contesto mientras le ponía su mano enguantada en la barbilla a Bruce – Estoy contigo hasta el fin.

Mientras ascendían hacia la abertura en la parte superior de la cámara volcánica, Batman se dio cuenta de que lo decía en serio.

Y al llegar a la superficie, notaron que a lo lejos Talia iba a toda velocidad en unos vehículos hacia un gran portón negro a lo lejos de la isla, posiblemente a otra fortaleza.

Bruce se hizo a la idea de que esto era todo o nada, tenía que pararla a como diera lugar.

Y Selina... ella se mentalizo de que haría todo lo posible para que Talia nunca volviera a ser un problema, ni para ella ni para Bruce ni para nadie en el mundo.

La mataría si fuese necesario.

Catwoman: Tres temporadas en Gotham CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora