Summer
Llegamos a un pequeño antro, al cual solía ir a veces con algunos de mis amigos y chicos del equipo, aunque creo que es la primera vez que veo a Alex en un lugar así; O tal vez no lo sea y soy muy poco observadora con las personas a las que no les hablo.
Llegamos a la barra, y pedí un vaso de tequila con refresco de toronja, y lo que sea que haya pedido Alexander, pues no alcancé a escuchar por el ruido de la música. Recargué mis codos en la barra, y me quedé mirando a todas las personas que bailaban apachurradas en la pista de baile.
-Es raro venir aquí.- dijo Alex, observando al igual que yo.
-No... En realidad lo raro es venir juntos.- dije riendo, mientras él fruncía el ceño.-Me refiero a que... Este es más un ambiente en el que yo suelo estar, no al que a ti te gusta.- dije sonriéndole.
-Me gusta, pero simplemente preferiría estar en casa, escuchando un buen disco, y meditando las letras de las canciones que me gusta escuchar por horas.
-Eso suena demasiado profundo...- dije sin dejar de sonreír. Extendí mi mano y tomé con delicadeza la suya.-Vamos, luego pediremos otras.- dije señalando con la mirada nuestras bebidas.
Se podría decir, que básicamente lo arrastré hasta el montón de personas que se encontraban bailando y dando brincos al ritmo de la música. Para mi sorpresa, el se negaba a bailar, saltar o hacer el típico alzado de manos, para ocultar el que no saber bailar. Para su sorpresa, a mi no me importaba el que no quisiera, lo haría bailar, porque así me lo había propuesto desde que llegamos, y veía a la gente como si fueran extraterrestres de otro planeta.
-Oh... ¡Vamos Alex! No es tan malo bailar un rato.-dije haciendo cara de suplica, al tiempo en que tomaba sus manos para balancearlas de un lado a otro.
-¿Y si salgo huyendo?- preguntó muy serio.
-Eso no pasará Alex, así que mejor deja de hacerte del rogar, porque de ésta no te salvas.-Él no tenía ganas de moverse, y yo tenía mucha determinación para cumplir mi objetivo.-Pon tus manos en mi... cintura...- dije jalando sus brazos para que me rodearan.
-¿Qué?- preguntó algo nervioso y exaltado.
-Si no quieres bailar por tu cuenta, quizás lo hagas junto a mí. Y quita esa cara, no creo que el tomarme de la cintura se considere pecado.- dije intentando hacerlo sentir más cómodo.
-¿Siempre te sales con la tuya?- preguntó risueño, haciendo justo lo que le había pedido, justo cuando yo rodeaba su cuello con mis brazos.
-No siempre.... Pero ésta vez no fue tan difícil.- dije con sinceridad, encogiéndome de hombros.
Aún con tacones, y como ya me lo temía, él sigue siendo más alto que yo, por lo que mi cabeza siempre tenía que estar inclinada hacia atrás para poder observarlo a los ojos, lo cual me hace temer que salga con uno de sus comentarios como <<señorita de mejillas rosadas>> y yo termine poniéndome color escarlata. Las personas a nuestro alrededor se movían de manera salvaje a comparación nuestra, que solo nos movíamos con lentitud de un lado a otro como típica pareja en su pequeño mundo, ignorando el tipo de música que estaba puesta.
Aquí había de dos: Seguir con éste ritmo incómodo en el que cualquiera que nos viera, pensaría que somos pareja, o comenzar a tomar las riendas de esto y moverme con más ritmo. Sin pensarlo, mis caderas comenzaron a moverse de una manera diferente, y más acorde con la música. Cualquiera que me viera, diría que soy como Shakira combinada con un gusano retorciéndose para llamar la atención.
Alexander
Podía sentir de repente entre mis brazos, el cuerpo de mi amiga moviéndose de una manera que para la vista de un hombre, era sensual, lo cual estaba comenzando a preocuparme un poco por varios motivos. Tengo bastante claro que entre ella y yo no puede pasar absolutamente nada, pero eso no evita hacer que mi mente me juegue malas pasadas, haciéndome imaginar cosas que no debería con ella. Otro motivo fatalista para mí, sería que algún otro hombre aquí se de cuenta de lo hermosa que es e intente algo con ella, cosa que no sería para menos, pues está provocando ya varias miradas.
Y de nuevo viene mi mente a tener sueños mientras sigo despierto. Ella seguía moviéndose al ritmo insensante de la música, mientras yo no podía dejar de ver a sus ardientes ojos, que me pedían a gritos un beso. Ojalá trajera un bonito vestido como los que suele usar en las fiestas, aunque ese pantalón entallado, le hace marcar unas muy buenas curvas en su cuerpo, lo cual me sigue llevando la mente al infinito. Siento como comienza a correr algo de sudor por mi frente, y decido desabrochar los primeros dos botones de mi camisa sin dejar de verla y ella a mí. Muerde su labio inferior, sintiendo sus manos recorriendo mis hombros y posteriormente el largo de mis brazos. Cada gramo de nervios, se fue transformando en necesidad de probar lo salado de sus labios, provocado por la fina capa de sudor, que recorría su rostro, la cual solo se podría ver con un rayo de luz. Por más que intenté contenerme, no lo logr. Apreté más su cuerpo contra el mío, y en un movimiento rápido y quizás un poco brusco, alcé su barbilla y...
-¿Alex?... Alexander... ¡Hey!- se puso a decir Summer, mientras intentaba llamar mi atención moviendo su mano frente a mi rostro.-¡Alexander!- grito en mi oído ésta vez.
-¿Qué?¿Qué pasa?- dije despertando de mi trance.
-Te perdiste por un momento... ¿Ésta todo bien?- preguntó con preocupación.
-Todo está bien.- Respondí, pasando un mechón de cabello por detrás de su oreja, para luego acariciar su mejilla y por último mirar sus labios. Se quedó analizándome por varios segundos, hasta que habló de nuevo.
-Creo que... - comenzó a decir, pero luego se detuvo.-¿Tengo algo en el trasero?- preguntó dándose la vuelta de golpe, e inclinándose un poco para poder asomarse a verse a sí misma.
-¿Qué?, ¡no!- exclamé, dándole una vista rápida a su espalda baja.-¿Qué te hace pensar que....?- entonces entendí la situación. Había un grupo de chicos, que no dejaban de ver a Summer.-Mejor... Vamos a ignorarlos ¿Quieres?- dije, antes de que algo en mí armara un verdadero problema de esto.
-Creo que necesito...- comenzó a decir ella, hasta que un chico la interrumpió.
-¿Una copa?, yo invito.- dijo el sujeto con un par de bebidas en mano.
-Entiendo... Eres un ser caritativo, pero no sé si te hacen falta lentes, ¿o es que no has notado que estoy con alguien?-contestó enseguida Summer.
-¿Y eso importa...?A mí está claro que no.-dijo extendiéndole uno de los vasos llenos.-Vamos bonita, tómalo. Su precio es sólo un baile conmigo.-Ya no sabía si romperle la cara, o dejar que se rindiera y se largara de aquí. Entonces Summer se me adelanto, dándole un bonito golpe en la cara.
-¿Crees que vine a que me inviten las copas a cambio de un baile?- dijo con mucha serenidad.-Estás equivocado. En primera: no estamos en un establecimiento de bailarinas exóticas. Segunda: no necesito que ni tú ni nadie me invite siquiera el aire. Y tercera...¿Ves a éste chico bonito con el que estoy?-Continuó diciendo, mientras el chico y yo estábamos pasmados escuchándola.- Pues es mi novio. Así que a menos que quieras salir en una camilla, y no sólo con un moretón por el golpe que te acabo de dar, vas a tener un poquito de dignidad y te irás.
Yo ya no sabía qué hacer. Si yo pensaba armar un desastre, ella con algunas cuantas palabras había acabado con él, haciendo que se marchara con la cara llena de vergüenza. Pero ahora venía a mi cabeza otra cosa que me había dejado literalmente con la boca abierta. <<¿Acaba de decir que soy su novio?. Digo... No es algo que me cause algún sentimiento negativo, pero que diga eso, me hace sentir de una manera demasiado extraña; Sólo que no tengo idea si eso es algo bueno, o algo por lo que deba preocuparme más adelante>>.
-Bueno... Creo que deberías quitar tu cara de pasmo.- dijo Summer riendo.
-Me dejaste sin saber qué decir.
-¿Por el golpe, lo que dije... O el que haya mencionado que eres mi novio?- era evidente que no iba a dejar pasar nada.
-Por todo... Aunque creo que realmente lo salvaste de una paliza.- ella soltó una carcajada.
-Hablando de eso... Tenía la cara demasiado dura.- dijo sobando su mano derecha. Yo la tomé entre mis manos para examinarla, con la poca iluminación que podía haber en ese lugar.
-No parece nada grave... Pero la próxima deja que me encargue yo.- su cara reflejaba tranquilidad y ternura, cosas que no suelen verse en sus ojos muy a menudo.
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Inexplicable
RomanceSu mirada era fría. Era un hielo, buscando un brillo de luz que derritiera su corazón. Sus pómulos eran altos, su sonrisa grande y coqueta, que dentro ocultaba una dentadura perfecta y brillante. Sus hombros eran delicados, pero al mismo tiempo pod...