Summer
Después de mi fatalista final en la fiesta de anoche, no recuerdo qué más ocurrió. Solamente sé que desperté en la cama del hotel, y a pesar de que me reventaba la cabeza, estaba demasiado preocupada por lo que pudiera pasar con Alex. Me senté de golpe sobre la cama, mientras intentaba orientarme, y entonces fue cuando vi a Alex recargado en la ventana que daba hacia la playa. Parece perdido en sus pensamientos, y eso me aterra sin duda.
-Va a parecer estúpido, pero apenas logro recordar lo que pasó... Y lo que recuerdo no es nada grato, así que espero haber soñado solamente.-Parece que capto su atención, pues camina en silencio y serio hacia mí, hasta sentarse en la orilla de la cama.
-No, Summer. No lo soñaste.-Siento unas terribles ganas de vomitar. Me siento culpable apesar de haber sido un accidente.-Sí besaste a otra persona que no era yo.
Mis ojos se llenan de lágrimas y me cubro con ambas manos mi vergüenza, o más bien mi cara. Siento como sus manos arrancan las mías de mi rostro, y sólo temo lo peor, hasta que sus brazos bien tonificados me rodean por completo y me dan el consuelo que siempre suelen darme. Mis sollozos cada vez se hacían más ruidosos, y sentía como me desmoronaba por dentro, apesar de que el lastimado debe ser él.
-Lo lamento tanto.-Digo en llanto, pero él simplemente me mece en sus brazos y tararea una melodía que no reconozco.-Te juro que no fue mi intención, ¡yo te amo!
Con lo último que se escapó de mi boca, mi cuerpo comenzó a temblar de pies a cabeza. Acabo de decir lo que dije no me precipitaría a decirle. Él parece haber quedado en shock, pues ha dejado de mecerme y tararear, lo cual hace que me dé aún más pánico.
-Podría fingir que no escuché lo que has dicho, y decirlo primero yo en otro momento.-<<¿Qué?>>- Sé lo que sientes.
-¿A qué te refieres?-Pregunto quitándome el cabello mojado con mis lágrimas de la cara y tratando de mirarlo a los ojos. Él suspira.
-Es... Yo esperaba decirlo primero.-Sigo sin comprender, y creo que se da cuenta de ello, pues continúa hablando.-Decirte que te amo.
Ahora me siento como las huecas de mis amigas, porque no logro comprender en qué situación nos encontramos; en una triste, dolorosa o a punto de convertirse en felicidad. Aprieto mis enrojecidos ojos, y muevo la cabeza intentando que la sangre me llegue al cerebro, y no demostrar la rubia que tengo dentro.
-Te amo.
Apenas dice eso, Alex toma mis mejillas con sus manos algo fuerte, y comienza a llenar mi boca de sus dulces, suaves y algo atrabancados besos. Hace que caiga de espaldas en la cama, mientras él se coloca intentando no poner todo su peso sobre mí. Ambos terminamos en un largo suspiro, acompañado de una sonrisa totalmente hermosa, grande y brillante.
-¡No!-Grita Jade parada en la puerta de la habitación, y llevándose las manos a sus ojos.-Les juro que no vi nada, solamente indíquenme para dónde está la puerta.-Me da tanta ternura, que correría hasta ella y la llenaría de besos.
-¡No pasa nada!-Exclamamos ambos riendo por su reacción. Ella suspira y duda un poco antes de quitar su venda improvisada de los ojos.
-Les juro que creí que algo más pasaba.
-Cuando sea así, te aseguro que ni siquiera te vas a enterar.-Responde Alex pasando el pulgar por sus labios.
-Eres un asco, Alexander.-Dice Jade, haciendo un gesto asqueada, provocando que yo simplemente riera.-Ya casi llegan para ayudarnos con las maletas, ¿listos?-Justo cuando iba a hablar y decir que yo no he guardado ninguna de mis cosas, Alex interrumpe.
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Inexplicable
RomantizmSu mirada era fría. Era un hielo, buscando un brillo de luz que derritiera su corazón. Sus pómulos eran altos, su sonrisa grande y coqueta, que dentro ocultaba una dentadura perfecta y brillante. Sus hombros eran delicados, pero al mismo tiempo pod...