47. Corazón en ruinas

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Alexander

Tras un rato de estar acompañado de Summer tratando de consolar a mi pequeña, mi novia se fue a casa cerca de la media noche, aunque en verdad no quería siquiera que se moviera de mi lado. Jade tenía los ojos tan vacíos y profundos como un agujero negro sin luz. Me preocupa en verdad, pues sé que ella como yo, puede llegar a ser demasiado débil y lastimarse a sí misma pensando que con eso se sentirá mejor. Yo sé que hiriéndome no me siento mejor, pero es una estúpida ideología que tengo, de que cortándome elimino por medio de mi sangre el dolor, pero es obvio que es algo más poético a algo real.

-Todo estará bien... Trataré de que así sea, lo prometo.-Veo una pequeña sonrisa asomarse en los labios de mi hermana, y eso me llena el corazón.-Jade.. Lastimé a ...

-¿Jason?, era de esperarse. Eres demasiado protector.

-No, no me refiero a él... Hubo un daño colateral, del cual siempre me voy a arrepentir.-Achica sus ojos y luego frunce el ceño.-Sin querer... Le di un golpe a Summer.-Suelta un suspiro y acaricia mi mejilla.

-Ella te perdonó, Alex.-Vaya, ¿acaso es adivina?

-No entiendo... ¿Cómo lo sabes?, ella no pudo decirte, todo el tiempo he estado aquí.

-No es necesario que me lo haya dicho. La conozco, y tiene un corazón muy noble. Debes dejar de atormentarte por eso.

-¿Alguna vez sigues tus propios consejos?-Ella suspira frustrada.-Lo pensé. También deberías dejar de atormentarte por lo de Jason. Sabemos que es un idiota, y que hay muchos chicos que morirían por ver esos hermosos y grandes ojos verdes brillar.

-Lo dices porque eres mi hermano.

-Lo digo porque es la verdad. Incluso yo daría todo por verte sonreír.-Aprieto con suavidad la punta de su nariz, y ella sonríe.-Eso me encanta.

La dejo dormir y espero al día siguiente de clases, para poder recobrar la compostura que perdí golpeando a Jason. No lo merece, pero debo pedirle una disculpa, aunque no tengo la menor idea de cómo haré yo eso.

*****
Jade
Por más que odie venir a clases ahora, debo hacerlo o no podré graduarme pronto. Ruego a todos los cielos por no toparme con Jason, pero para mi desgracia, no pedí a Dios porque me librara de todo mal, pues me acaba de aparecer un demonio enfrente.

-Voy a clase. Apártate, Chloe.

-Quería hablar contigo, nenita.-<<Claro, pero yo contigo no>>.-Es sobre Jason.-<<Jade, sigue tu camino y simplemente ignórala>>.

-¿Qué sobre Jason?-Me odio.

Ella sonrió con satisfacción, y me indicó que la acompañara a una sala de audiovisual, donde se encargó de cerrar la puerta con seguro y encender una de las pantallas del lugar. Vi como sacaba su laptop de su bolso de mano y conectaba algunos cables en ella.

-Primero que nada... Lamento que tú y Jason rompieran.-<<Claro... Maldita hipócrita>>.-Y lamento lo que voy a hacer que veas...-No comprendo nada, entonces la pantalla conectada a la computadora comenzó a reproducir un vídeo.

Sin darme cuenta, mis manos se fueron a cubrir mi boca bien abierta por el impacto, y mis ojos querían negar lo que estaban viendo. Cómo desearía que todo fuese una simple alucinación mía. En el video podía ver la cabellera dorada de Chloe, moviéndose sin cesar por los movimientos de su cuerpo sobre otro. Ese otro cuerpo, era Jason sobre un sillón, intentando contener varios jadeos que la... Cualquiera de Chloe le estaba produciendo.

-Es sólo para que veas, que es obvio que Jason sabe lo que es bueno. Y que ha tomado su decisión. Sé lo que pensaste; Que él terminó contigo para no herirte, pero la verdad es que lo hizo para estar conmigo nuevamente. -Sentía como mi visión se nublaba, y me temía volver a caer desmayada en este sitio, a solas con Chloe, la cual me parece a una asesina serial.

-Entonces felicidades, ahora debo ir a clases.

Aún sigo sin saber como pude hablar con tanta firmeza, que mi voz no se quebró en ningún momento. Tal vez lo que pasa es que no me encuentro rota, sino sumamente molesta. Todo el tiempo creí que Jason Hathaway había cambiado por mí, pero ahora me doy cuenta que solamente era una tonta ilusión. Me voy camino a mi clase, y prefiero ignorar lo que acabo de ver. Desde hoy, ya no vale la pena estar mal por alguien que simplemente no lo vale. Sé que me engañó con eso último, pero ya no puedo seguir soportando ésta clase de cosas.

Summer

Llego hasta mi casillero después de varias clases, y me encargo de dejar algunos libros y sacar una libreta de mi siguiente clase. Entonces siento un par de manos grandes y tibias por encima de mi blusa, rodeando mi cintura. Enseguida sonreí al roce de unos cálidos labios que se colocaban detrás de mi oreja, y podía sentir como esa boquita sonreía. Posé mis manos sobre las que me rodeaban, y las acaricie con mucha dulzura. Sorpresas así son las que mejoran mi aburrido día.

Cierro mis ojos para sentir cada respiración que dejan en mi oreja, para luego sentir un bello y tierno beso sobre mi mejilla; o más bien mi mandíbula. Suspiro como tonta enamorada, y doy media vuelta para ver a los ojos de la persona que más me gusta ver en el día. Rodeo a Alex por el cuello, y sonrío al mirarlo sonreír también. Acaricio su mejilla, y me marca un delicado beso en los labios.

-Te extrañaba.

-No me extrañes más, pues aquí estoy.-Ahora no existe nadie en el mundo más que él. No tengo idea que me ha hecho.

-Summer... Quiero invitarte a un sitio.-Hago una mueca algo intrigada.-Sé que amas las fiestas, así que la idea te agradará. ¿Conoces al primo de Dylan?-Asiento con la cabeza.- Hará una fiesta en la playa para festejar su cumpleaños, y como parece obvio, estoy invitado. ¿Te gustaría ir conmigo?-Sonrío.

-Sería un placer, aunque aclaro que no amo algo tanto, como te a...-Muerdo mi labio antes de terminar la frase. Ninguno a dicho <<te amo>> y me da pánico ser la primera en que lo diga.-¿Te había dicho que compré un nuevo brillo labial?-Alex frunce el ceño, y es obvio que notó mi cambio de tema.-Debo... Ir a mi casa, para empacar para esa fiesta.

-Summer, ni siquiera has escuchado cuando es.-Cierto.

-¿Cuando es?-Alex ríe divertido.

-En un par de días, aunque conociéndote, es bueno que guardes lo que necesitas con anticipación.-Me cruzo de brazos y su risa aumenta.-Tengo entrenamiento, ¿te veo más tarde?-Asiento a penas con un puchero, y él besa mi frente.

****
Jason

Regreso a casa después de un día pesado, y tener que dar más vueltas a la cancha por estar distraído, y me aviento en la orilla de mi cama, haciéndome caer en la alfombra, y notar de cerca la mancha roja que ha quedado en ella.

-Me lo merecía.-Digo en voz alta, y mi "tranquilidad" se ve interrumpida por Chloe que entra sin tocar.

-Te tengo algo...-Espero no otra de sus formas de consuelo, pues me da asco mirarla cada vez que termino con ella en mi cama.

-No tengo ganas de ver tu ropa interior nueva.-Ella hace un gesto de indignación.<< Claro, como si la hubiese ofendido>>.

-Es una carta de... La hermanita de Alex.-Rápidamente me levanto del piso, y le quito de las manos un sobre a medio cerrar. Saco una hoja rosa de adentro del sobre y la desdoblo con ansias.

"Querido Jason:

Me es algo difícil escribir esta carta, pero es la mejor forma de acabar con todo esto. Estoy cansada de tus jueguitos, y de fingir que te quiero cuando en realidad no es así. Es desgastante estar jugando a la novia perfecta del chico mujeriego que supuestamente por fin se ha enamorado. Jason, seamos realistas, ni tú eres para mí, ni yo soy para ti.
Hay personas mucho mejores que tú en todos los sentidos, pero eso tú ya lo sabías. Espero seas tan feliz como lo soy yo ahora que soy libre de una relación enferma y retorcida. Lamento los golpes de tu rostro, pero te los merecías, y está claro que eso ya lo sabes. Ni te atrevas a hablarme, pues no te mereces que te dirija la palabra.
Xoxo, adiós."

La vista se me nubla, y a pesar de que sé que muchas cosas en esa carta jamás las escribiría ella de esa manera, mis pensamientos están en ruinas, así como mi desmoronado corazón. 

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