Capítulo 5

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La manera perfecta de despertar

Severus nunca había dormido con alguien, solo lo había echo si contaban esas veces donde terminaba demasiado cansado después de una intensa sesión de sexo y él o su acompañante no podían moverse, pero incluso así cada uno se acomodaba en un lado de la cama sin molestar al otro, no había mimos, caricias, ni charlas antes de rendirse al cansancio.

Todo era diferente con Tom.

Mientras él se ponía una pijama que le prestó —y no pensaba devolver porque tenía un maravilloso aroma, el aroma de su novio—, Tom agrando la cama con un hechizo, después intentaron acomodarse, cada uno probó ambos lados de la cama, al final Severus se decidió por el lado izquierdo.

Justo cuando estaba pensando cual sería la mejor posición para acurrucarse con él, su novio se encargo de todo. Se acercó, lo atrajo hacia él para disminuir los pocos centímetros que quedaban entre los dos y lo abrazo. Así de simple como lo fue estar acurrucados en el sofá.

Durmieron abrazados, durante el transcurso de la noche pasaron por diferentes posiciones, pero siempre estando abrazados.

Por la mañana cuando Severus despertó lo primero que hizo fue sonreír, estaba de espaldas a Tom, esté estaba completamente pegado a él, tenía una mano sobre su vientre y la cara escondida en el hueco entre su cuello y su  hombro. Sujeto su mano para entrelazarla con la suya, no espero que de inmediato le apretara ligeramente su mano.

—Buenos días —Tom habló directamente en su oído y dejo un beso ahí

—Buenos días

Por unos segundos no se movió, disfrutó del momento y la calidez del cuerpo de su novio, pero cuando finalmente se giró y quedó frente a él, esté le sonrió ampliamente.

—Eres hermoso.

No estaba seguro de si lucía hermoso, seguramente tenía el cabello alborotado y necesitaría un poco de agua para limpiar su rostro de las posibles lagañas, pero para él era hermoso y eso era suficiente para sentirse así, aún en esas condiciones.

—Te quiero mucho, Tom.

El ojiverde quitó un par de mechones de su rostro y comenzó a besarlo. Severus rio y sonrió entre los besos.

Si está no era la manera perfecta de despertar, entonces no sabía cual sería.

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