Ámame con locura

Capítulo 20

Noche buena / Expectación

-Esta noche, voy a entregarme a ti.

Severus sintió que dejaba de respirar en cuanto escuchó aquellas palabras, no eran una promesa, eran un aviso de lo que sucedería. Tuvo que obligarse a respirar y recordarse que tenían compromisos.

El nerviosismo que había sentido toda la semana por conocer al padrastro de Tom ya no estaba presente, había sido remplazado por el deseo de que el día avanzará más rápido para poder llegar a la noche y no es que ya no le importará conocer al hombre que crío a su novio, pero había esperado pacientemente por este momento, el día en que Tom se sintiera listo para tener intimidad con él, y saber que finalmente había llegado lo hacía no querer esperar ni un minuto más. No mintió cuando le prometió esperarlo por años si era necesario, creyó que tendría que hacerlo, sin embargo, eso no importaba porque ama Tom y lo único que quiere es amarlo y que él lo ame.

Frederick, el padrastro de Tom, insistió que lo llamara por su nombre en lugar de «señor», los recibió con una gran cena ya preparada. Mientras comían Severus descubrió que era un hombre agradable, un gran cocinero que había trabajado toda su vida en restaurantes grandes y pequeños, y cuando pregunto por la infancia de su novio no escatimó en detalles al hablar, Tom se sonrojo tanto que mintió diciendo que el vino lo había afectado.

-Todos los niños piden perritos como mascotas, él pidió una serpiente -le contó entre risas

-¿Y la tuvo?

-No, -intervino el ojiverde -me apiade del anciano, estaba aterrado de que la serpiente lo matará mientras dormía.

-Pero lo lleve al zoológico tantas veces como pude a ver la exposición de reptiles.

Así pasaron el resto de la noche, comiendo, compartiendo anécdotas y riendo y fue mágico, una de las mejores noche buenas que Severus había vivido.

Cuando llegó el momento de despedirse una parte de él deseo que la velada hubiera durado más tiempo. Prometieron volver, porque aún habían cientos de historias de su novio por escuchar y Frederick prometió contárselas todas.

-Vamos con tus amigos, -dijo Tom mientras se alejaban de la casa -aún no es muy tarde.

-Vamos a casa -lo corrigió, sus amigos lo perdonarían por perderse de la fiesta.