Capítulo 6

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El secretario

La mañana de Tom había sido maravillosa, despertar teniendo a su novio en los brazos era mágico, que él fuera lo primero que sus ojos vieron al despertar fue precioso y así podría seguir el resto del día describiendo de diferentes formas lo perfecto que había sido todo en su mañana.

Pero ahora estaba en el trabajo y debía concentrase en el enigma que tenía delante de él. Un escritorio, que estaba muy seguro ayer no estaba puesto, por afuera al costado de su puerta.

—¡Jefe! —gritó alguien a su espaldas, haciendo que se sobresaltara, —buenos días —lo saludó con entusiasmo la misma persona —¿se siente mejor?

Se giró y se encontró cara a cara con un joven aunque su cabello lucía como pelirrojo estaba seguro ese no era su color natural, frunció la frente —¿cómo sabes que estaba mal ayer?

—Me lo dijo antes de irse.

Haciendo memoria pudo recordarlo vagamente, a él fue a quien le aviso que se iría cuando salió prácticamente corriendo a casa.

—Estoy mejor, gracias —respondió con cortesía —. Hace un momento me llamaste jefe, ¿puedes explicármelo?

Con una radiante sonrisa asintió —aquí están las respuestas que necesita.

De algún bolsillo de su pantalón sacó una carta y se la entregó. Tom con un movimiento de cabeza le señaló la puerta para que lo siguiera, una vez que estuvieron sentados comenzó su lectura.

El joven era el hijo de Bartemius Crouch, el jefe del departamento de seguridad mágica. En la carta el señor Crouch le explicaba brevemente a Tom, que su hijo había sido expulsado de Hogwarts y quería que aprendiera una lección trabajando con él, hasta que éste cumpliera la mayoría de edad y decidiera que hacer con su vida. Todo estaba arreglado y no habría problemas de que trabajara en el ministerio siendo menor de edad. Le pedía como un favor personal que fuera estricto con su hijo y no lo tratara con privilegios.

Aunque a Tom le convenía que el jefe de seguridad mágica estuviera en deuda con él, no estaba dispuesto a perder su tiempo con un rebelde sin causa.

—¿Por qué te expulsaron de Hogwarts?

—Me acosté con un profesor —respondió automáticamente y sin vacilaciones 

—No lo creo, todos son ancianos.

Bartemius junior río —cierto, no fue con un profesor, pero si me acosté con un chico de Ravenclaw en el salón de transformaciones, me descubrieron y ahora soy tu secretario.

—¿Estabas tratando de llamar la atención de tus padres o algo así?

—Nada de eso. Me gustó la adrenalina que sentí de hacerlo en un lugar donde cualquiera podría descubrirnos. A nadie le hace daño experimentar.

—¿Te arrepientes?

—Definitivamente no.

Ya no tenía más preguntas, así que se detuvo a analizar las respuestas.

—Si lo entendí bien, te gustan los riesgos y la adrenalina de ser descubierto, lo cual paso y ahora estás asumiendo las consecuencias —resumió —¿correcto?

Asintió —exacto, cuando mi padre consideré que es suficiente me iré.

—¿Por qué esperar hasta ese momento?

—Prometió desheredarme si no lo hago y necesito el dinero para hacer lo que quiero.

—Así que ya sabes que hacer con tu vida —no era una pregunta, era un afirmación —eso hace más sencillo todo. Creo que trabajemos bien.

La sonrisa esplendida del pelirrojo volvió a su rostro —¿necesita algo, jefe?

—Un café y cuando regreses te asignare tus tareas diarias —de un brincó se levantó de la silla y se dispuso a irse —. Solo una regla, Bartemius…

—Barty, por favor.

—Barty, no puedes tener sexo en mi oficina, si alguien la usará para eso ese seré yo.

Soltó una carcajada —de acuerdo, jefe.

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