Ámame con locura

Capítulo 18

No somos tan diferentes

—Tom… yo… —Severus quiere decir algo, lo que sea, pero no sabe que decir, no lo ha sabido durante todo el relato e incluso después de que terminara

No es que le parezca una historia triste en extremo, después de todo si hubiera tenido una mala infancia no hablaría bien de su padrastro, sin embargo, crecer sabiendo que su padre lo abandono sin remordimientos y su madre no tenía ni una pizca  de cordura, debió marcarlo.

—Fui afortunado,—agrega sin prestar atención a su intento de hablar —he sido consiente de eso, mi padrastro es un gran hombre y me quiere como a un hijo.

Severus le sonríe, ya sabe que decir —¿me dejarías conocerlo? Quiero saber como es la persona crío al hombre que amo.

Por unos breves segundos, solo unos, la expresión en el rostro de Tom se congeló. Se han dicho que se quieren, lo han demostrado con más que palabras, pero ¿amarse? Es la primera vez que alguno lo declara.

—¿Me amas? —pregunta como si no creyera lo que escucho

—Te amo.

—Yo tam…—antes de que pueda terminar la oración Severus pone una mano sobre sus labios

—No lo digas, aún no. Es mi turno de hablar.

Aunque el ojiverde esta desconcertado y la felicidad en su rostro ha apagado un poco, no responde, solo asiente.

—Quieres saber por que está época es difícil para mí, ¿no? Es porque nunca tuve un recuerdo feliz al lado de mis padres en estas fechas, en ningún momento en realidad. —Suspira antes de continuar, es la parte más difícil, la que olvidaría si pudiera —mi padre era un muggle borracho que nunca hizo nada útil y mi madre una bruja que tenía demasiado miedo de que él la abandonará. Nunca fue un hogar feliz ni in ambiente decente para criar a un niño.

—Severus, ¿ellos te… —las manos de Tom están temblando, cuando Severus lo ve directamente a los ojos se da cuenta que están brillando con coraje, irá pura consumiéndolo —te…

Ni siquiera puede terminar de formular la pregunta, no hace falta, Severus sabe perfectamente cuál es, es la misma pregunta que un Regulus angustiado le hizo después de contarle por primera vez como era su ambiente familiar.

—Tom, era un mago joven que a menudo no podía controlar su magia y casualmente era cuando mi padre si quiera intentaba acercarse a mi.

El ojiverde suelta un suspiro aliviado —me hace feliz saber que no te puso la mano encima.

—No lo hizo, pero eso no significa que no haya dejado marcas internas en mí.

—Lo entiendo, mi amor.

Había pasado las últimas dos semanas pensado en lo que Tom podría ocultarle, cuestionándose si se conocían los suficiente, que nunca se imagino que en realidad su novio estuvo preocupado por él todo este tiempo. Así que, cuando le dijo que confiaba en él, también deseaba demostrártelo.

Y ahora que ya termino de decir todo, se siente mejor, nada cambio, Tom lo sigue mirando con la misma adoración y amor de siempre.

Si lo piensa bien, no son tan diferentes, los dos tienen cicatrices internas y también ambos tuvieron personas que los amaron y no dejaron que sus vidas fueran infelices.

—Tom, ya puedes decírmelo.

Una hermosa sonrisa adornar el rostro del ojiverde cuando corta la distancia entre los dos, sujeta las mejillas de Severus y lo besa, para después decir, casi sin aliento —te amo.