28. Tu También Me Gustas, Nalya.

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Capitulo 28.

Nalya Robbinson.

1 semana después.

Marcus había dejado sus pertenencias.

Su ropa, perfumes, cepillo de dientes, funkos... Había dejado todo.

Me hubiese gustado que se despidiera, pero siento que fue lo mejor que no lo haya hecho, no podría lidiar con eso.

Me gustaría volver a verlo, pero claro está que no podía así que le pedí el favor a Ivette para ver si podía llevarle sus cosas a Marcus, el problema fue que ella no podía ya que se había inscrito en un taller de Voleibol de la preparatoria y iba a estar practicando todos los días después de las clases, incluyendo sábados y domingos. No fue fácil encontrar su casa, tuve que hablar con Ariana lo cual fue súper incómodo porque el tema de conversación era Marcus; La chica me dijo que el vivía justo saliendo del pueblo así que me tarde bastante para llegar allá.

La casa de Marcus se veía que era muy grande, estaba adornada por unos arbustos verdes muy elegantes y hermosos, un gran portón tapaba la fachada de la casa.

Toqué el timbre, comencé a dudar si era una casa, más bien parecía una mansión. Había metido la ropa y sus cosas de higiene en el bolso, además llevaba una bolsa donde estaban sus funkos, me esmere en que no les pasará nada malo, ya que son muy frágiles.

—¿Quien es? .—una voz de una señora me habló a través de un micrófono.

—Soy una compañera de clases de Marcus, vengo a darle unas cosas.

Dije eso ya que si decía que era Nalya Robbinson ni me dejarían llegar unos metros a la mansión.

Aunque mi plan no era completamente inteligente ya que cuando abrieran la puerta me iban a ver.

Tonta Nalya.

El gran portón se abrió y quedé con la boca abierta al ver lo que había dentro.

Había un camino de cerámica  roja que llevaba a la casa, parecía ser la casa blanca del presidente de los Estados Unidos.

Una señora estaba parada en la puerta de la humilde vivienda (noten mi sarcasmo por favor) la cual reconocí como la madre de Marcus.

La señora me dedico una sonrisa, me pareció raro ya que había esperado que me echara.

—Se que no debía acercarme a el pero...

La señora hizo un gesto para que me callara.

—Tranquila, su papá y su hermano salieron del pueblo por unos dias, Marcus está en su habitación.

Entramos y me señaló por la escalera de la derecha un largo pasillo.

—Muchas gracias.

Comencé a subir las escaleras de la casa de Marcus, eran también ser muy elegantes.

Llegué al pasillo y me di cuenta de un pequeño detalle: habían 3 cuartos... ¿Cuál era el de Marcus?.

Tenía que tocar las puertas para poder saber cuál era. Decidí tocar la primera, no recibí respuesta así que supuse que esa era la de el hermano mayor.

Toqué la segunda, una voz ronca me indicó que pasará.

La habitación tenía pósters de banda de rock por todas partes, un pequeño bulto de ropa estaba en una esquina de la habitación y otras cosas raras, claramente ese no era el cuarto de Marcus, si no del hermano del medio.

El chico estaba apoyado contra la madera de su cama, tenía una guitarra y estaba sin camisa, pude ver cómo se quitaba un cigarro de la boca y exhalaba el humo.

—Crei que eras Marcus, te equivocaste de habitación.

—Tu mamá no me dijo cuál era así que me confundí.

El chico clavo el cigarrillo contra una mesa de noche que tenía un mini plato gris, pude ver que tenía restos de cenizas. Se levantó de la cama y puso su guitarra a dentro del closet.

Se dirijo hacia la puerta y me pasó por un lado, fue hasta la puerta que me había faltado por tocar y llamo a la puerta.

—Abre la puerta .—el chico habló mientras tocaba la madera.

En ese momento se abrió, el chico el cual me había enamorado como nunca antes estaba parado en el marco de la habitación.

—¿Que sucede Louis?.

El chico que me acabo de enterar de que se llama Louis se volteó para mirarme.

—Ella sucede.

Marcus termino de salir de la habitación para mirarme con una mirada extraña, como si jamás se hubiera esperado que yo estuviera en su casa.

Louis se alejó y volvió a su habitación.

Nos quedamos viendo por unos segundos hasta que decidí romper el silencio que se había formado.

—Buenas tardes Marcus .—dije intentado mantener la vista fija en sus ojos, pero se me hacía casi imposible, no se que me pasó ese día que no podía dejar de mirar sus labios.

Concéntrate Nalya.

—¿Que haces aquí? .—Marcus me preguntó desconcertado y se acercó a mi para darme un abrazo.

Quedé tensa, jamás me había puesto nerviosa por un contacto físico con Marcus, antes lo había abrazado, ¿Porque ahora me ponía nerviosa?.

Iba a responder pero el me agarró de la mano.

—Ven vamos a mi habitación .—nos dirigimos a su cuarto y el cerro la puerta.

El cuarto de Marcus eran mucha más bonito que el de su hermano, era más ordenado y mucho más limpio. Se podía sentir un aroma a perfume, obviamente el tenía más, no solo el que se había llevado cuando se mudo a mi casa.

El me hizo un gesto para que me sentara en la silla que tenía en su escritorio.

—Te traje lo que habías dejado en mi casa .—lo mire a el primero y luego a su closet, me sentí tonta al darme cuenta de que tenía mucha más ropa, muchos más perfumes, y muchos más funkos de los que había dejado en mi casa—aunque creo no te hacen falta.

—Si me los trajiste tu obviamente lo necesitaba .—el me sonrió mostrando sus perfectos dientes.

Sentí que mi cara se puso caliente así que intente mirar a otro lado.

—¿Recuerdas que tenía que hablar contigo sobre la rosa? .—el comenzó—me gustaría de esto contigo pero creo que es momento para hacerlo.

—¿Porqué?.

—Aun estoy recolectando información, si voy a decir algo muy importante quiero tener la bases para hacerlo.

Asentí, tenía razón.

—Bueno... Creo que mejor me voy.

Me levanté para irme pero cuando iba a agarrar la manilla de la puerta, Marcus me giro y agarró mi cara con delicadeza para que lo mirara.

—Escuche lo que le dijiste a Ivette el día que me fuí .—abrí muchos los ojos— se que gusto.

Oh Dios mío, no podía con la vergüenza.

Estaba apunto de responderle para darle una explicación cuando el me puso un dedo en la boca para que no hablará.

—Tu también me gustas, Nalya.

Y dicho eso, inesperadamente Marcus Lombardi me besó.

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PORFINNNN.

ESTOY FELIZ DE QUE AL FIN ESTOS DOS SE HAYAN BESADO.

Déjenme decirles de que eso no estaba planeado pero sentí que ellos necesitaban ese momento.

Solos nos quedan dos capítulos para la primera parte termine :(.

Nos leemos luego.

Byeeeee.

Jóvenes Pecadores: Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora