1. Lo Que Pasó Después.

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Capitulo 1

Nalya Robbinson.

¡Ja! ¿Es encerio Karol? ¿No puedes ni siquiera correr bien por toda la cancha? .—digo burlándome de una chica que es un poco rellenita de mi clase.

—Déjala Nalya, es que desayuno mucho hoy que no puede quemar todas esas calorías .—Ariana me apoya y nos reímos juntas.

La chica que se llama Karol se fue de la cancha con los ojos humedecidos, ¿Acaso se sintió herida? Realmente no me importa saberlo.

—Ya va a llorar .—Decimos Ariana y yo en tono burlón y luego nos reímos más fuerte.

—¡Robbins, Robbinson! .—el profesor de educación física nos llamó a las dos—¿Porque le hablaron así a su compañera?.

—Solo estaban diciendo la verdad profesor .—nuestra amiga Kim había llegado y se había puesto en medio de las dos, mirando con una sonrisa de picardía al profesor—¿O es que en esta preparatoria no existe la libertad de expresión?.

El profesor la miro con los ojos bien abiertos, lo que había dicho era algo muy astuto, el no podía pelear con eso.

—Puede que sea su opinión señorita Urquiza, pero no pueden hablar así de ella.

—Pues lo dejaremos de hacer cuando ella deje de ser tan... .—Ariana río un poco— tan ella.

La chica se puso al frente de profesor.

—Sera mejor que usted se quede callado, no le conviene meterse en mi camino, y usted lo sabe muy bien .—hizo una pausa y se acercó a Kim y a mi—usted jamas escucho nada, ¿Y ustedes chicas?.

Las dos negamos con la cabeza y compartimos miradas cómplices.

—¿Entonces porque nos regaña profesor?.

Las tres sonreímos, el profesor parecía querer decir algo pero se lo guardo para el y se fue.

Nalya .—Kim agarro mi mano— tienes que buscarme.

—¿Que?.

—Tienes que buscarme Nalya, no dejes de buscarme.

Comenzó a sonar una alarma y todo se puso oscuro.

Abrí los ojos mucho, me senté en mi cama y una sensación rara se coló en mi cuerpo. ¿Que había soñado? Lo que soñé había sido un recuerdo... Pero ¿Que fue ese final? No recuerdo que Kim allá dicho eso ese día...

Me levanté de mi cama y agarre mi celular, tenía dos mensajes de texto de parte de Jacob.

Jacob: Nalya, sabes que hay que hablar de lo que pasó el día de tu cumpleaños, hay que hacer algo.

Jacob: Por favor, responde.

Había estado evitando a todos, mis amigos habían venido todos los días desde mi cumpleaños para querer hablar conmigo, les decía a mis padres que no tenía ánimos, me sentía tan estúpida, tan idiota, que no era capaz de siquiera verle la cara a mis amigos. Ese día se supone que tenía que sentirme especial, como si fuera el centro del universo, pero al contrario, me sentí la humillación y la burla de todo el mundo, si bien, nadie se burló de mi, no pude evitar sentirme tonta al no darme cuenta jamás, Alicia me había dado pistas, ella quería que la descubriera, pero no me di cuenta. Ese día después de que ella haya dicho eso, todos nos quedamos en un silencio tan aterrador, todos pensábamos lo que había hecho ella, lo que había hecho La Rosa, pero no podíamos imaginarnos a Alicia haciendo todo eso, era imposible. Alicia nos dijo que si se nos ocurría hacer algo ella lo sabría, ya que ella sabe todo, todos teníamos tanto miedo que no dijimos nada ni hicimos nada, dejamos que se fuera sin hacer ningún tipo de fuerza.

Me sentí tan vulnerable, tan expuesta.

La chica buena, la que no tenía muchos amigos, amante de los libros, la que me defendió de Ariana hace unos meses, a la que fui a una pijamada en su casa, le conté todos mis problemas y mis debilidades y me ayudó a resolver el misterio resultó ser la persona que estaba buscando todo este tiempo.

No era mi amiga, era mi enemiga.

Caramelo estaba en mi cuarto durmiendo, es increíble todo lo que una mascota te puede ayudar cuando estás en un mal momento. Sin despertarlo me acerque a él, me agache y comencé a sobar su cabeza.

—Gracias amigo, no sé qué haría sin ti.

Me levanté y salí de la habitación fui a la cocina donde me esperaba una nota de mi mamá.

Buenos días linda, espero hayas amanecido bien, supongo que leerás esto antes de que llegue, salí a comprar unas cosas, te dejé el desayuno listo, por favor come todo, te quiero mucho hija.

Mamá.

Deje la nota en la mesa con una pequeña sonrisa, agarré el plato y me senté en el comedor a desayunar. Mi padre estaba en la preparatoria trabajando, le dije que quería faltar unos días porque no me sentía bien, por suerte el no se negó y junto a mi mamá lo aceptaron.

Mientras me metía bocados a la boca miraba la puerta, todos habían venido a intentar verme, Jacob, Peter, Camila, Cristian y incluso Ariana. Pero lamentablemente una persona no vino.

Marcus.

Quería saber cómo estaba el, no había recibido mensajes de el, ni tampoco le había escrito, no le escribí a nadie.

Imaginaba a Marcus hay parado en la puerta, mirándome con su sonrisa tan hermosa, sus ojos que me atraparon desde el primer día que lo vi y ese cabello negro que le queda tan bien, sigo enamorada de Marcus, y me molesta haber salido corriendo ese día que nos besamos, ese momento fue tan perfecto.

Desearía que se repitiera...

Al mismo tiempo pienso que ojalá eso no hubiera ocurrido, tal vez no estuviera sintiendo todo esto, no me sentiría mal, pero ya había ocurrido, no podía hacer nada.

Mire la hora en el reloj, eran las 7 de la mañana, las clases comenzaban a las 7:30, si me apuraba, tal vez llegaría.

Deje el plato en la mesa subí rápido las escaleras, me cambia de ropa y sin querer desperté a Caramelo.

—Lo siento amiguito .—me movió su cola en forma de respuesta y le di un pequeño beso en la cabeza, busque mi mochila, agarré mi celular y salí del cuarto.

Baje las escaleras rápido, no debía tardarme, agarré mis llaves y salí de la casa, mientras corría hacia la preparatoria me puse a pensar.

Tenía que dejar de evitarlos a todos, no podía seguir así, también tenía que hacer algo con Alicia, no podía permitir que hiciera algo más, no podía arriesgarme.

Después de unos minutos llegue a la preparatoria, algunos estudiantes aún estaban llegando, el timbre que decía que ya iban a comenzar las clases comenzó a sonar y me fui a la entrada, mientras iba paré inmediatamente porque casi chocó con alguien, nuestras miradas se encontraron y  reconocí esos ojos verdes.

Esos ojos verdes esmeralda.

Los que tanto me gustaban.

Eran sus ojos.

Era el.

Marcus.

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¡Primer capítulo del libro 2!.

Perdón por la tardanza pero espero les guste.

Esto solo es un adelanto de la segunda parte, voy a darme un tiempo largo para pensar en nuevas ideas para está historia.

Así que mientras tanto pueden leer los extras:D.

Nos vemos ❤️.

Jóvenes Pecadores: Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora