Morí un verano,
hace ya no sé cuántos años,
solo sé que las hojas no caían todavía,
no había crujidos en los parques
que me hicieran orquesta de despedida.Morí y perdí todo.
En un abrir y cerrar de ojos
mi cabello se hizo áspero y quebradizo,
mis ojos lucían más opacos, más fríos, dos faros inservibles.Mis pestañas cayeron una a una,
mi piel se secó,
se llenó de polvo y perdió toda sensibilidad a caricias, tampoco era que recibiera muchas.
Poco a poco fui dejando de existir,
de ser la chica de sonrisa eterna
que cantaba en las calles camino a ningún lado.
Se dejó de ver aquella castaña de ojos verdes balancearse en los columpios,
nadie que pregunte ni quien ponga
carteles de búsqueda.Morí y nadie lo supo,
no fue importante,
no es como si se hubiera apagado una estrella.
El sol siguió saliendo,
la lluvia llegó otra vez,
el viento es el único que pronuncia mi nombre cuando entra por las rendijas de las ventanas
y me ve inerte mirando el techo.Morí, el único inconveniente es que sigo viva.
•••
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Desfibrilador (✔️) en librerías.
PoetryCada quien vive sus propios tormentos. Los míos me trajeron hasta donde estoy hoy, no sin antes intentar hundirme. La muerte me miró a los ojos una noche de febrero de 2010, recuerdo la sangre manar a borbotones de mis entrañas, me ahogaba, desapare...