Había pasado la semana volando y nuevamente era viernes.
Después de haber arreglado los malentendidos con Jeno sentía que las cosas estaban fluyendo de mejor manera entre nosotros. Como era común no lo veía mucho en la escuela, excepto en los almuerzos y en los ensayos de música, debido a sus entrenamientos de basquetbol, pero fuera de todo eso, nos mensajeábamos a diario hasta altas horas de la noche, y aunque amaneciera muchas veces cansado por dormir tan poco, no me importaba mucho, hablar con él era agradable, divertido, y sinceramente, me hacía feliz.
Por otro lado, durante esa semana Mark y yo habíamos conectado de buena forma. Su personalidad y la mía se entendían bastante bien. Él era fácil de leer, sus intenciones eran claras y hablarle era sencillo, no parecía un código que descifrar, a diferencia de Jeno; a quien por cierto, no parecía hacerle ni un poco de gracia que me relacionara con él. Cosa que yo ignoraba porque lo último que quería era terminar involucrado de alguna forma en su extraña disputa de la cual aún no tenía ni idea de que iba.
Como había pasado los últimos días acompañando a Mark durante los descansos, me había dado cuenta de que era una persona un poco solitaria y le gustaba pasar los recesos en la azotea del edificio; fue por eso que ese viernes se me ocurrió integrarlo al pequeño grupo que conformábamos Dahyun, Chaeyoung y yo, por lo que lo invité a almorzar con nosotros. Al principio no pareció muy convencido pero al final cedió.
Mientras caminábamos rumbo a la cafetería pude sentir algunas miradas algo extrañas en nuestra dirección. Observé de reojo a Mark a ver si él también las percibía pero parecía totalmente ajeno a su entorno. Traté de no darle mucha atención al tema a pesar de que cuando entramos al lugar, las miradas se intensificaron y más encima los murmullos se hicieron presentes. Me sentí bastante incómodo y, al ser parte del foco de atención, mi estómago se revolvió por los nervios.
Intenté divisar a Dahyun entre el montón de cabezas que había, tratando de desviar mi atención de la situación tan rara en la que ahora me encontraba. Por suerte la encontré después de un rato, estaba sentada en una mesa en compañía de la pelinegra, hablando. Parecía que no se habían dado cuenta de que a su alrededor la gente desprendía un aura hostil.
Debido al ambiente no me apetecía ir a hacer fila para el almuerzo, y como Mark llevaba su propia comida decidí que lo mejor era ir a sentarnos de una vez.
—Es allá — le dije a Mark mientras señalaba la mesa en donde estaban las chicas.
Él asintió y apresurando el paso llegamos hasta el lugar. Pensé que tal vez sentarme con personas que conocía me iba a hacer sentir un poco más seguro y menos ansioso, pero lo primero que recibí al llegar fue la mirada llena de desconcierto que me dedicó Dahyun. Había una pregunta implícita en su reacción, prácticamente me estaba gritando "¿Qué carajos?" con los ojos.
Fruncí el ceño confundido. Realmente no estaba entendiendo nada.
—Hola Jaemin — saludó Chaeyoung, y aunque parecía más animada que la castaña, también tenía una extraña expresión en la cara.
Al final pude concluir que la razón de toda esa situación era por la presencia de Mark. Me entró una curiosidad grandísima de saber qué era lo que sucedía con él pues ya empezaba a cobrar sentido porque siempre en los descansos estaba en la azotea. Sin embargo, no parecía muy afectado. Se había sentado tranquilamente en la banca de la mesa y abierto sus dos envases de comida.
Me miró extrañado al ver que lo miraba fijamente.
—¿Tu no vas a comer nada? — preguntó llevándose un pedazo de comida a la boca.
Negué con la cabeza apartando la vista de su dirección y posandola en la bandeja de Chaeyoung.
—No tengo hambre — respondí.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro error | Fanfic Nomin.
أدب المراهقينCuando Jaemin ayudó a su mejor amiga a entregarle un regalo por San Valentín a su crush, lo que menos esperó, fue que eso desencadenara una serie de malentendidos que lo terminaron involucrando de manera muy personal con aquel popular chico de aspec...