Regresa a mi lado.(Supercorp)

Parte sin título 20

Alex tomo su chaqueta Kara no contestaba y empezaba a preocuparse, Sam solo la observaba dar de vueltas — ¿Ya hablaste con Lena?— Por la cara de póker de la agente adivino que ni siquiera había cruzado por su mente —Ella ya no está sola, ni tu tampoco— Sam marco el número de Lena y le entrego el teléfono a la pelirroja para que hablara con ella.

—Lena, siento mucho molestar, de casualidad ¿Kara está contigo?, no logro comunicarme con ella...tuvo un ataque y se quedó dormida...solo no apagues las luces...si nos vemos mañana... ¿Lena?...gracias por cuidarla.

Sam ahora se encontraba sentada en medio de la sala, miraba con cariño a la mujer frente a ella, tan segura y fuerte cuando se trataba de enfrentar a los más peligrosos Criminales, pero cuando se trataba de mostrar sus sentimientos se volvía un manojo de nervios y ella adoraba que le permitiera ver esa parte tan vulnerable de ella.

La castaña abrió los brazos y la agente se refugió en ellos sin dudarlo —Por mucho tiempo solo hemos sido nosotras.

Sam no dijo nada ella lo entendía a la perfección por mucho tiempo ella estuvo sola con Rubí y no fue hasta que llego a Ciudad Nacional que sintió el apoyo de los que ahora consideraba su familia, ellos le habían hecho sentir que no estaba sola.

—Sabes que yo estoy aquí para ti ¿verdad?

 —Lo sé— Alex comenzó a besarla.

Se separaron al escuchar a las chicas bajar las escaleras corriendo.

—¿Podemos ir con Nia y Brainiac?— pregunto Rubí.

— Nos dejara ayudarlo a crear el rayo reductor— Completo Nicole entusiasmada.

Rubí lanzó una mirada suplicante a Alex cuando vio que su madre comenzaba a negar con la cabeza.

—El puchero—La pelirroja hablo en apenas un susurro pero para que Rubí la escuchará.

Rubio miro a su madre y coloco un puchero marca Danvers.

—ho No, no eso no es justo—se quejó Samantha, miro a su alrededor y se encontraba en clara desventaja seis pares de ojos tristes estaban mirándola —Esta bien pero solo si vienen por ustedes.

Poco después el timbre sonó y las chicas gritaron de emoción y corrieron a para abrirla.

Nia entro seguida de Brainiac —Hola chicas— ambos recién llegados saludaron

—Hola— Saludo Sam con una cálida sonrisa.

Alex solo les sonrió y dijo su mirada en Nia —Te las encargó, mañana es la cena de navidad y no quiero dormir en el sillón. Sam se puso colorada y soltó una risa nerviosa.

—No necesitaba oír eso—se quejó Rubí. Y los jóvenes se rieron de su situación.

—Por cierto, ¿Qué creí que tu madre llegaría esta tarde?— Brainiac pregunto curioso.

—Mmm si, Lilian se encargó de ir por ella al aeropuerto, creo que quieren retomar su amistad y unos cuantos proyectos que dejaron hace tiempo.

—Ya vámonos — Las adolescentes los empujaron hacia la salida.

La casa pronto quedó en silencio, Alex se acercó a Sam con el deseo reflejado en sus ojos —¿Dónde estábamos?

Alex se sentó en las piernas de Sam y comenzó a besarla lentamente, la castaña soltó un leve gemido cuando siento la boca de la agente bajar por su cuello y de vuelta a sus labios ambas se separaron en busca de aire y Alex se sacó la playera quedando solo en sujetador y comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Samantha. Dando pequeños besos en cada parte de su cuerpo.