2 De personas arrogantes y el dolor del desprecio Part 1

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____ bostezo, eran las seis de la mañana y no había podido volver a conciliar el sueño, no podía sacarse de la cabeza la absurda idea de que conocía a la pelirroja, esos ojos se le hacían tremendamente familiares.

Decidió empezar a explorar la aldea, para empezar debía abastecer su refrigerador, y eso implicaba ir de compras, y para eso necesitaba dinero. El Sandaime había sido muy amable como para darle dinero mensualmente lo cual estaba bien de momento, pero debía encontrar un trabajo en algún momento, y también debería empezar a practicar para convertirse en ninja, y por supuesto para eso necesitaba un sensei, no tenía ni la mínima idea de por dónde comenzar un entrenamiento ninja.

A medida que avanzaba por las calles de Konoha podía apreciar varias cosas que pasaban desapercibidas para los aldeanos, solo eran pequeños detalles, las risas de los niños, el compañerismo de los shinobis y la amabilidad de la gente, cosas pequeñas que quizá existían en todas las aldeas pero le hacían sentir como si estuviese en su hogar.

Paso por varios lugares, había comprado algo de fruta, comida instantánea, golosinas e ingredientes y condimentos frescos por si se le ocurría cocinar, luego paso por un lugar donde vendían algo llamado dango y entro a probar uno (y resulto que era delicioso) para finalmente llegar a la academia.

No era nada fuera de lo normal, y en realidad era un edificio como cualquier otro, ella esperaba algo más impresionante, un enorme y misterioso castillo o... bueno algo más.

En realidad ahora que lo pensaba ninguna construcción en esa aldea era impresionante ¿Dónde estaban los rascacielos? ¿Dónde estaban los edificios de mármol? ¿Dónde estaban los templos?

Y entonces cayó en cuenta de algo, algo muy importante e indispensable.

-¡¿Dónde está el Wi-Fi?!

Si bien los aldeanos no sabían que era rara ahora lo sabían.

Pero en eso momento no era importante si creían que estaba loca o no.

¿Dónde estaban los autos? ¿Y los celulares? ¿Por qué las calles eran de tierra y rocas, y no de cemento? ¿Y qué pasaba con la vestimenta de la gente? ¿Qué era esto? ¿El Japón medieval?

Y entonces cayo en cuenta de que la gente no la miraba raro por lo que había gritado hace rato, lo que les parecía raro era su vestimenta.

Para empezar quizá era la única chica en esa aldea que llevaba un jodido pantalón, y este era una especie de pantalón militar de camuflaje, que iba excelente con sus botas de combate, llevaba una polera ancha de manga corta que curiosamente estaba algo chamuscada, cortada y con algunos huecos, esta era de color verde, y tenía el número siete en su espalda y su apellido en la parte de abajo.

Y entonces vio a su alrededor y se percató de los símbolos extraños que tenían los letreros, estaba en todas partes, no parecían letras, pero sabía que lo eran, pero no sabía que significaban, instintivamente se llevó la mano al brazo derecho y se lo agarro con fuerza, entonces empezó a buscar en sus bolsillos, no sabía que buscaba exactamente, entonces saco un papel que tenía algo escrito, no en chino, japonés o lo que fuesen los símbolos que llevaban los letreros de todos los locales.

Estaba escrito en inglés, y se sorprendió al descubrir que tampoco podía leerlo, era como si su cerebro no pudiese procesar las palabras que veía, las letras flotaban fuera de la hoja impidiéndole leer.

Ahogo un grito antes de dirigirse a toda velocidad a la oficina del Hokage.

Al parecer para la gentil gente de Konoha que alguien de cinco años no pudiese leer era algo normal, pero ella no era una niña de cinco años normal y eso de las letras flotando fuera de la hoja le asustaba bastante, al volver al pueblo aun intranquila pudo comprobar que las letras japonesas (porque había confirmado que era japonés lo que se hablaba e ese pueblo) también flotaban fuera de su lugar.

¡¿Cómo diablos iba ir al colegio si no podía leer?! O aún más importante ¡¿Cómo rayos fue al colegio antes?!

Se sentía lo suficientemente frustrada como para golpear a la primera persona que pasase frente a ella, y las miradas reprobatorias que la gente le mandaba no hacían que su humor mejorara.

-... pero mira cómo va -escucho a alguien murmurar

-¿es que acaso no le ensañaron la forma correcta de vestirse? ¡Nunca en la vida he visto alguien tan impresentable!

-pues quizá debería verse más seguido al espejo -soltó viendo la sorpresa en la cara de quienes la escucharon

-¡pero qué falta de educación! -dijo con desprecio alguien que andaba cerca

Estaba a punto de responder cuando algo llamo la atención de todos los que se enfrascaban en la conversación de la pequeña y ese grupo de viejas chismosas. Y todos como si de una fuerza sobrenatural se tratase dieron un paso hacia atrás para dar paso a los recién llegados. Excepto ____, y no es necesario decir que ella no movió ni un pelo.

Los cuatro caminaban con la cabeza en alto, su mirada era indiferente y fría como el hielo, ella no podía creer que alguien pudiese estar tan serio sin embargo ellos lo estaban, incluso el menor que debía tener como su edad, ella notaba claramente el parecido de familia, pero no entendía porque tanto drama por esos cuatro individuos.

-Fugaku-sama -saludo uno de los aldeanos haciendo una reverencia y muchos hicieron lo mismo.

____ no lo entendía y no lo entendió hasta que ellos estaban frente a ella.

La mujer tenía el cabello negro azulado, los ojos negros como la noche y la miraba con un poco de curiosidad, pero ese gesto era casi imperceptible para todos a excepción de ella. El menor la miraba con algo de molestia pero a la vez parecía estar algo confundido. El hermano mayor del ya mencionada parecía estar analizándola, pero no podía decir si pensaba que era una molestia o quizá quería mandarla al otro lado del mundo de un puntapié. Pero la mirada que más le molestaba era la del tal Fugaku, esa mirada solo parecía querer intimidarla y dejarle en claro algo, ella estaba muy por debajo que él y su familia y aparentemente no podía ni pisar el mismo suelo que ellos.

Antes de que pudiese decir algo sintió como alguien la jalaba fuera del camino y la tiraba al suelo en el proceso.

-¡Tenle más respeto a Fugaku-sama! -exclamo alguien

-¿Quién te crees que eres para faltarle el respeto a los Uchiha mocosa?

Ella realmente no estaba escuchando, solo podía ver como esa familia seguía su camino, aún tenía la mirada de ambos hijos sobre ella pero no le importaba realmente, simplemente se levantó, sacudió el polvo de su ropa y siguió su camino, aun sintiendo las miradas acusadoras de los aldeanos y, de alguna manera. Podía sentir las miradas que ambos Uchiha's menores le dirigían mientras se alejaban en diferentes direcciones.

◈ Demigods no Jutsu!! ◈ Español ◈ Terminado ◈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora