26. Final | Parte 2

3.9K 384 422
                                    

Nancy se despertó con la respiración agitada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nancy se despertó con la respiración agitada. Había tenido un sueño bastante molesto. Robin, la cual se encontraba a su lado, se despertó también ante el movimiento brusco de la contraria.

—¿Estás bien, Nance?

La pecosa la miró con preocupación, a medida que la contraria le dedicaba una dulce sonrisa.

—Sí, solo he tenido un sueño algo extraño.

—¿Qué ocurría? A lo mejor te ayuda contármelo.

Robin ladeó la cabeza con curiosidad. La castaña se colocó en una posición más cómoda en la cama y miró a su pareja.

—Me casaba con Steve.

—Eso no es un sueño, es una pesadilla—bromeó Robin.

—¡Lo digo en serio! Parecía muy real, tú estabas allí también, pero ya no estábamos juntas.

La de ojos azul claro suspiró. Robin la rodeó con sus brazos y sonrió.

—Te prometo que eso no va a ocurrir. No pienso dejar que te cases con Steve.

—En el sueño estabas con Jess.

—¿Saliendo juntas?

—Sí—resopló.

Robin rio un poco y negó con la cabeza. Eso era imposible. Ella quería a Nancy con todo su corazón y Jessica estaba saliendo con la dueña de aquel local de hace unos años.

—Bueno, solo ha sido un sueño. Puedo hacer tortitas para que te animes.

—¿Les podrás poner mermelada de cereza?

Nancy la miró con ojos de cachorro abandonado y Robin no tuvo más remedio que asentir.

—Lo haré, princesa.

La más alta se levantó y movió los brazos para desperezarse. Seguidamente, se dirigió a la cocina para empezar a hacer el desayuno de ambas.

Habían empezado a vivir juntas hace unos años. Nancy era periodista y ella había sacado algunas canciones junto a la ayuda de Jessica, con la cual ambas chicas seguían manteniendo el contacto.

—¿Sabes que en el sueño Steve era peluquero?

Robin rio a carcajadas al oír aquello.

—Tu sueño a pasado a ser una comedia. Cuéntame más, por favor.

Nancy le dio un golpecito cariñoso en el hombro y besó su mejilla.

—Tú estabas muy guapa—sonrió de forma cariñosa—Creo que éramos un poco más mayores que ahora.

—¿Más guapa que ahora?—Robin hizo un puchero.

—Siempre estás guapa, Rob.

La pecosa le dedicó una sonrisa mientras empezaba a hacer la masa. Al terminar de colocar dicha masa en la sartén, ambas se dispusieron a desayunar.

Eclipse azulado | RonanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora