Tenía la respiración agitada, todas las personas del local aplaudían. Jessica se había levantado para abrazarme, parecía realmente emocionada.
La verdad era que nunca había hecho algo así, había cantado en público por primera vez. En realidad lo iba a hacer Jessica, pero se me ocurrió la idea de hacerlo yo, y dedicarle una canción a Nancy. Su cara de felicidad en ese momento fue lo mejor que me había ocurrido desde que había pisado ese lugar.
—Parece que ya tenemos ganadoras ¿Verdad?
Roxanne subió al escenario y pronunció esas palabras mirando al público, estos solo gritaron y aplaudieron aún más. Sonreí orgullosa.
—Felicidades Robin, ha sido increíble. Tu también Jess. Hacéis un buen dúo.
Jessica me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Sus ojos verdes me parecieron preciosos en ese momento.
Las tres bajamos del escenario, tenía unas ganas increíbles de ir a abrazar a Nancy. Sin embargo, antes de que lo hiciera, Roxanne me cogió del brazo con suavidad.
—Oye, tengo una propuesta que hacerte.
La miré sin comprender a que se podría referir. Ella sonrió.
—¿Te gustaría trabajar aquí? Podrías venir de forma gratuita, actuarías y te pagaríamos. Jess suele hacerlo cuando puede.
Una sonrisa se dibujó en mis labios, era una propuesta increíble, de eso no cabía duda, pero no sabía muy bien que hacer. No quería abandonar a Steve y en el fondo me gustaba trabajar allí.
—Me lo pensaré— sonreí.
—Fantástico, dime la respuesta cuando puedas. Sin prisas.
Asentí, ella se alejó de nuevo junto a Jessica.
Me hundí entre la multitud buscando una cabellera castaña y unos ojos azules.
—¡Robin!
Reconocí la voz de Nancy enseguida, aparté a algunas personas cuando por fin me pude juntar a ella.
—Nanc...
Ella me interrumpió juntando sus labios con los míos. Colocó ambas manos en mi nuca para profundizar el beso y yo coloqué las mías en su cintura disfrutando del momento.
Me había tomado por sorpresa.
—Quería darte las gracias— sonrió ella cogiéndome la mano.
—Entonces tendré que cantarte canciones cada día.
El ruido de la fiesta era inevitable, pero me sentía como si solo fuéramos nosotras dos y como si nadie más se encontrara allí.
—Sin duda serías una cantante increíble. Escucharía todas tus canciones— me sonrió.
Por unos segundos pensé en el futuro, ser cantante sonaba muy lejano, pero sin duda sería maravilloso. Un sueño cumplido.
—¿Todas, todas?
—Claro. Y más si tocas aquí, sería increíble.
—Sin duda serías mi mayor fan.
Ambas sonreímos al mismo tiempo, Nancy colocó una de sus manos en mi cadera y otra sobre mi hombro. Yo coloqué ambas en su cintura.
—¿Me concederías este baile?
—Por supuesto, my lady— respondí con una pequeña reverencia de cabeza.
Ambas empezamos a movernos al son de la música, no podía apartar mis ojos de los suyos, eran preciosos, eran lo mejor que mis ojos habían visto.
Siempre había pensado que nuestros ojos creaban una especie de eclipse azulado.
—¿En qué piensas?— me preguntó ella.
—En lo mucho que me gustas.
—Entonces estamos pensando en lo mismo— sus rosados labios formaron una sonrisa.
En esos momentos pensé en la suerte que tenía de tenerla a mi lado, y como todo había sucedido por pura casualidad en una tienda de películas.
—Quien diría que Batman y Robin acabarían juntos— dijo ella.
No pude evitar reírme. Oír salir nombres de superhéroes de sus labios era un placer indescriptible.
—Yo tampoco lo esperaba, pero todo cambió, Robin descubrió lo increíble que era Batman.
—Ya tenemos decidido de que nos disfrazaremos en Halloween— rió ella.
—¿Te vestirías de Batman por mí?
Entreabrí los labios, ver a Nancy vestida de uno de mis superhéroes favoritos era como un sueño. Un sueño del que no me gustaría despertar.
—Claro, será divertido. Además, seguro que la máscara de Robin te queda de diez.
—No lo dudes— reí.
Estuvimos unos minutos calladas, solo disfrutando de nuestra compañía. Me gustaba todo de ella, y me sentía muy afortunada, nunca llegué a pensar que encontraría a alguien así para mí, lo veía imposible o muy lejano.
Este año habían ocurrido tantas cosas que no tenía palabras, sin duda había sido el mejor de toda mi vida. Había conocido a personas increíbles y había pasado momentos aún mejores.
—¿Quién te enseñó a cantar así de bien?
—Mi madre.
Recordaba todos los momentos que había pasado con mi madre, del primero al último. Ella tenía mucho talento y me ayudó a que yo también lo tuviera, cuando ambas cantábamos notaba que estaba en otro mundo. Sin embargo, un día como cualquier otro se fue, nos abandonó, no pensé en volver a cantar.
Nancy pareció entender mi incomodidad por aquella pregunta, ya que cambió de tema al instante.
—He visto a Skylar.
—¿Qué ha pasado?
Me preocupé al instante, no me gustaba que se hubiera acercado a Nancy después de todo lo que había ocurrido.
—Le dije que no se acercara a ti ni a Jessica. Parece haberme hecho caso.
—No sé cómo puedes ser tan buena— sonreí de lado.
Nos pasamos el resto de tiempo bailando y riendo, hablamos con gente del local, vimos las diferentes actuaciones y nos lo pasamos como en los cuentos de hadas.
Deseé que esto nunca acabara, y sobre todo, aunque a lo mejor fuera un poco de ensueño, deseé estar al lado de Nancy para siempre.
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Eclipse azulado | Ronance
عاطفيةTras la ida de Jonathan, Nancy sintió un gran vacío en su interior, el cual sin ella saberlo solo Robin podría rellenar. [Historia Nancy x Robin. Stranger Things] [Da lugar después de la tercera temporada]