3. Correr cogidas de la mano

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Me levanté pronto para ir a la tienda de películas, increíble que aún no me supiera el nombre, pero la seguiría llamando así de todas formas

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Me levanté pronto para ir a la tienda de películas, increíble que aún no me supiera el nombre, pero la seguiría llamando así de todas formas.

Ayer me estuve viendo la película que Robin me dejó, me gustó muchísimo. Iba de un chico y una chica que eran separados por un muro de cristal azul, y ambos querían superar la distancia. En toda la película no pude dejar de pensar en que la protagonista se parecía mucho a Robin, tenía sus ojos y su pelo. Así que por una extraña razón no pensé en Jonathan.

—¿Dónde vas tan pronto?

Mi hermano Mike estaba viendo la televisión en la sala de estar, parecía no poder dormir. Seguía afectado por la ida de Eleven y Will, aunque hablaban prácticamente cada día, lo contrario que yo y Jonathan.

—Voy a devolverle una película a Robin— una pequeña sonrisa se formó en mis labios.

—¿Robin?— preguntó él arqueando una ceja.

—Ya sabes, la compañera de Steve.

—Su novia, dirás.

Ladeé la cabeza, al principio pensaba como Mike, pero pude comprobar que no era cierto.

—Dustin me ha dicho que ambos se gustan— se encogió de hombros—No sabía que erais amigas.

—Algo así...— susurré.

No sabía si podía considerarla una amiga, pero me había ayudado más ella en unos minutos que todas mis amigas en años. Así que, seguramente podría considerarla como tal.

Él volvió a la televisión. Le miré de reojo, quería preguntarle qué tal se encontraba. Aunque a veces no pasáramos mucho tiempo juntos, era mi hermano y le quería.

—Mike ¿Te encuentras bien?

Pareció que mi pregunta le tomó por sorpresa, ya que apartó la vista de la televisión en milésimas de segundo.

—Sí, solo echo de menos a Will y a El, pero está todo bien.

Asentí, quería abrazarle, pero no parecía el momento más adecuado, a veces hay momentos en los que prefieres estar solo. Hice ademán de irme cuando Mike me interrumpió con sus palabras.

—¿Tú?

Le miré pensando una a una las palabras antes de contestar.

—Mejor, también echo de menos a Jonathan, pero ahora estoy mucho mejor— él asintió—Deberías distraerte con Lucas, Dustin, Max...Seguro que estás mejor con ellos que viendo la televisión.

Él me sonrió dándome la razón y apagó la televisión cogiendo su walkie-talkie.

Segundos más tarde salí de casa y me dirigí al coche rumbo a la tienda de películas. Al entrar la campanilla de la entrada anunció mi presencia por segunda vez esa semana. Steve permanecía en el mostrador hablando con un cliente.

Eclipse azulado | RonanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora