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AMBER

A decir verdad, tener que hacer mi trabajo mientras que me escondía de uno de los grandes protagonistas no era para nada fácil.

Había logrado no entrevistar a Max ni antes ni después de la carrera poniéndole cualquier excusa a Laura.

Punto para mí.

Pero el muy idiota hacía lo posible para dar conmigo merodeando por el área donde yo estaba.

Punto para él.

Le divertía ver cómo yo me distraía.
Aquella sonrisa amplia en sus labios lo delataba.

...

Necesitaba tomarme un momento para respirar profundamente, pero el caos de afuera no me dejaba ni pensar.

Iba caminando apresuradamente por los bastidores en busca de un baño sin dejar de asegurarme de que Max no andara cerca.

Cuando finalmente divisé una señalización me encaminé hacia ese punto pero un agarre en mi brazo derecho me hizo detener el paso y girarme.

- Aquí estás.

Y una vez más la vida me demostró cuánto me odiaba.

- Max...

Las palabras no podían ni salir de mi boca.

Estaba en shock.

- ¿De quién te escondes? - su tono burlón apareció seguido de una sonrisa.

¿Acaso era tan obvio?

- Yo... No tengo porque darte explicaciones... - mis palabras salieron en un tono que claramente demostraba que estaba a la defensiva.

Su rostro se tiñó de sorpresa.

Me solté de su agarre y casi corrí los pocos metros que me quedaban hacia el baño.

Entré pero antes de poder cerrar la puerta él se interpuso. De un empujón me apartó y se adentró al espacioso baño conmigo asegurando la puerta a sus espaldas.

- Max, no puedes estar aquí, es el baño de mujeres... - hablé sin dejar de observar cada uno de sus movimientos.

- Me pregunto, ¿Por qué has estado tan escurridiza este fin de semana? - cuestionó cruzándose de brazos y mirándome fijamente.

- No sé de qué hablas... - dije en un intento fallido de no sonar nerviosa.

- ¿Te estás escondiendo de mí? ¿Intentas evadirme?- preguntó ahora frente a mí.

Desvié la mirada sin poder soportar la intensidad que transmitía.

- ¿Por qué debería? - solté un risa irónica.

- No lo sé tú dime...

Y de nuevo me dejaba en jaque mate.

- ¿Acaso me tienes miedo? - se burló al ver que yo no decía nada.

Intenté salir de ahí pero con su cuerpo me bloqueó el camino.

- ¿Estás así por lo que pasó con Laura y Daniel?

Mi rostro se palideció.

Idiota, claro que él lo sabría.
Daniel y él son como uña y mugre.

- Ya he tenido suficientes problemas con lo que pasó entre Laura y Daniel, mi jefe nos quiere matar y lo menos que necesito es un escándalo contigo Verstappen... Deja de seguirme, deja de hacer esto. - hablé hasta quedarme sin aire. - Ahora vete, Kelly debe estar buscándote.

- Kelly y yo terminamos. - contestó enseguida.

- No es una información que me importe. Es tu vida. - reí sin gracia.

En realidad, muy en el fondo me había sorprendido.

Nuevamente intenté pasar pero sin ningún resultado.

- Ugh, pero es que no te das por vencido... - gruñí mirándolo.

- Jamás me doy por vencido. - su tono arrogante comenzaba a sacarme de quicio además de ponerme nerviosa.

- ¿Qué es lo que quieres de mí? - mis palabras habían salido casi como una súplica.

- Te quiero a tí...

Sus palabras me dejaron helada.
Mi vista se nubló y mis rodillas se ablandaron. Pero se me salió una risa sarcástica.


- Supongo que le dices eso a muchas chicas, ¿No es así?

- Veo que te contaron sobre los falsos rumores y mi mala fama...

Por primera vez su mirada se apartó de mí en señal de decepción.

- Ugh, terminemos con esto de una vez...
Si crees que caeré en tu juego, estás equivocado.
Entre tu y yo nunca pasará nada. - dije tratando de ser clara.

- ¿Has escuchado esa frase que dice... “Nunca digas nunca”?

Doblé los ojos con fastidio.

- No estoy para clichés, Verstappen...

- Ya verás que cambiarás de opinión, Harris.

Dichas estas palabras, me hizo un guiño y salió de aquel cuarto de baño dejándome con el corazón en la garganta.

¿Qué tramaba?

NO FEELINGS • Max Verstappen •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora