NO FEELINGS • Max Verstappen •

19

MAX

¿Acaso era un sueño?

¿El calor y la humedad me tenían delirando?

- Amber Harris, tu nueva asistente... - se presentó a sí misma cortando mi trance, su mano se extendió frente a mí esperando a ser estrechada por la mía.

Me quedé unos segundos inmóvil, sin saber qué decir, pero un impulso me hizo jalarla por su antebrazo para unirnos en un fuerte abrazo.

- Pero... ¿Cómo...? Tú...

No podía siquiera formar una oración completa.
Si antes mis ideas estaban dispersas, ahora estaban revueltas.

- Daniel y Laura me lo explicaron todo... - dijo sin romper el fuerte agarre que mantenía alrededor de mi torso.

¿Dónde estaba Daniel?
Ricciardo, vení que te beso.
Eres mi salvación, hermano.

- Lo siento. Lamento no haber podido explicártelo antes para habernos evitado todo esto... - dije rompiendo el abrazo para mirarla directo a los ojos.

- Lamento no haberte creído...
Saqué conclusiones antes de saber la verdad.

Antes de que pudiera proseguir con unas disculpas completamente innecesarias volví a envolverla entre mis brazos.

- No sabes cuánto te extrañé...

Y era cierto.

La había extrañado día y noche.
Me estaba jodiendo no tenerla cerca y estaba 1000% seguro de que ya estaba jodidamente perdido por ella.

Ella estaba por responder pero la señal de que faltaban solo un par de minutos para que la Q3 iniciara la interrumpió.

- Mejor date prisa... - ella se separó retomando la compostura.

- ¿Vendrás conmigo? - cuestioné inquieto. No quería perderla de vista ni por un segundo.

- Max...

- Nada de “Max”... Por supuesto que vendrás. - la interrumpí imitando su tono y haciéndola reír. -  Nadie allá afuera va a comerte, solo has lo que yo te diga y todo estará bien. - dije firme a lo que ella asintió, no tan segura.

Le dí el casco junto con el antiflama y salimos del paddock hacia el garaje donde estaba el auto siendo revisado por los mecánicos.

Me cambié la camiseta por la que traía en las manos y luego acomodé el traje completo.

- Bien, saldremos al pit lane, solo debes ayudarme a conectar el sistema de hidratación, me ayudarás con el casco y eso es todo. - le informé mirando el reloj que estaba sobre nosotros.

Faltaban 3 minutos para empezar.

Caminé a toda prisa hacia el monoplaza, siempre asegurándome de que ella estuviera atrás sin perderme pisada.

Ya junto al auto ella comenzó a trabajar con los cables que debía conectar ubicados alrededor de mi cuerpo.

- Será mejor que dejes de mirarme de esa manera Verstappen. - advirtió a la vez que pellizcó en la zona de mis costillas haciéndome sobresaltar.

- Aún no puedo creer que estés aquí... - fue lo único que pude decir mientras acomodaba el antiflama en mi cabeza.

- ¿Otro pellizco? - se burló a lo que negué rápidamente.

Me coloqué el casco y entré al vehículo para que ella abrochara el cinturón.

- Si logro un P1, saldremos esta noche... - dije aprovechando la cercanía que ambos teníamos.

- El fin de semana es largo, Verstappen. No te adelantes...

Su comentario me había dejado boquiabierto.

- Entonces, ¿No crees que pueda lograrlo? - hablé anonadado a lo que ella rió.

- No lo sé tú dime...

¡¿Qué?!

Esta mujer se había convertido en una salvaje...

- Si clasifico y gano mañana, yo decido qué haremos... ¿Va? - desafié cuando estaba por separarse.

- Vamos Amber... - un mecánico a su lado la llamó mientras ellos terminaban de destapar los neumáticos.

- Va. - dijo con prisa.
Estrechó mi mano y corrió a un lado de la calle.

Sonreí satisfecho y me afirmé al volante listo para empezar la acción.

Era mi oportunidad.

Y vaya que la iba a aprovechar.

El juego se reinicia.