NO FEELINGS • Max Verstappen •

25

AMBER

- ¡Ya voy! - exclamé con cansancio, tratando de llegar lo más rápido que podía hasta la puerta para callar los insistentes golpes. - ¿Si? - abrí la puerta solo asomando mi cabeza.

- Buenos días,
¿Quieres bajar a desayunar conmigo?

Un sonriente Max estaba frente a mí esperando una respuesta rápida.

En ese momento no tenía ni ganas de respirar. No tenía resaca, pero no había tenido una buena noche que digamos.

No había podido conciliar el sueño sino hasta después de las 6 AM.

No podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando.
No podía dejar de pensar en él precisamente.

Había llorado durante varios minutos por la frustración que sentía.

Estaba muerta de sueño, con ojeras y con los ojos seguramente hinchados.

- Uh... Creo que pediré el servicio a la habitación, Max...

- ¿Estás bien? - cuestionó interrumpiéndome borrando su sonrisa.

¿Tan mal me veía?

- Sí... - asentí sin ganas de decir más.

- No te creo. Déjame entrar. - pidió ahora con cierta preocupación.

- Max, bajaré en un momento, tengo que vestirme y...

- Amber... - dijo firme exigiéndome obedecer a sus palabras.

Suspiré y abrí la puerta dándole paso.
Apenas cerré la puerta él se giró a mirarme analizando cada centímetro de mí.

- ¿Qué te sucede? - preguntó una vez más.

Sabía que no se iba a cansar.
Quería una respuesta sí o sí.

Pero no podía decirle “Oh bueno, lloré toda la madrugada hasta quedarme dormida porque me di cuenta de que eres el amor de mi vida y no podremos estar juntos”.

Era una ridiculez.

- ¿Fue Schumacher? - su repentina pregunta voló mis pensamientos.

- ¿Qué? No. - negué enseguida sin poder sostenerle la mirada. - Estoy bien, Max. No sé por qué te preocupas.

Lo menos que necesitaba era que fuera a darle a Mick un puñetazo para el desayuno sin motivos.

- Estoy bien. No tienes de qué preocuparte, enserio... - le aseguré caminando hasta la cama para evadirlo.

Su agarre en mi muñeca me detuvo haciéndome girar para quedar frente a él nuevamente.

- Eres la peor mentirosa que he conocido... - dijo tomando mi mentón dejando su cara muy cerca de la mía. Sus ojos parecían tratar de atravesarme para descubrir la verdad. - No seguiré insistiendo, pero sabes que puedes contarme lo que sea, Amber.