AMBER
Cuando había llegado a Mónaco sinceramente me sentía decaída después de todo lo que había pasado en Abu Dhabi.
Ni siquiera le veía el sentido de que Max me trajera a Montecarlo.
La temporada ya había acabado, así que aquello definitivamente sería una razón para que la prensa se alborotara de nuevo.
Era como empeorar la tortura.
Había caído en un sueño profundo si bien toqué la cama lo cual afortunadamente me había recargado las baterías.
Abrí mis ojos lentamente y a unos metros ví a Max dándome la espalda sentado en la silla del escritorio con la cabeza agachada.
Apenas me removí en la cama él guardó algo en su bolsillo con rapidez pero cuando me había dicho que su madre le había escrito guié mi atención a ello.
Me preocupé porque sabía lo mucho que la señora Sophie se preocupaba por su hijo.Él muy bien hubiera podido estar con su familia en Holanda, sin embargo me había jalado a Mónaco para experimentar uno de los días más maravillosos, al menos para mí.
Sumergirme en el mar de Mónaco había sido una experiencia inolvidable.
Observar el atardecer desde la cubierta de aquel yate me había dejado atontada, pero nada más me había impresionado tanto como el tener aquellos ojos azules adornados por unas mejillas sonrojadas por el sol observándome en todo momento.La piel se me ponía de gallina cada vez que nuestros ojos se encontraban.
Anhelaba poder leer sus emociones y pensamientos a través de sus ojos.
Poder adivinar qué sentía con tan solo una mirada.Pero a veces, aquellos ojos que podían ser tan expresivos, cuando se empeñaban en ocultar algo lo hacían con suma perfección.
- Cuando volvamos al hotel debemos sacar nuestro equipaje.
Mi departamento ya está listo. - anunció y bebió de su copa de vino.- ¿A tu departamento? ... ¿Acaso quieres que me coma viva la prensa? - cuestioné horrorizada, lo que al parecer le había sorprendido.
- Solo nos quedaremos un par de días, no será nada...
- Escucha Max... - lo interrumpí haciendo que se callara. - Hoy ha sido un día increíble, el mejor de mi vida y te doy las gracias por ello, pero puedo volver a casa, no es necesario que vaya a tu departamento. - hablé con sinceridad.
Agachó la mirada un momento soltando un largo suspiro.
Entonces supe que se venía una de sus charlas de jefe regañón.- Amber, sé que esto es algo raro para tí, pero... - detuvo sus palabras por un instante dudoso. - Tengo algo que quiero que veas, y ese algo está en mi departamento. - admitió finalmente tomándome por sorpresa.
Eso no me lo esperaba.
- Solo iremos a ver de lo que te hablo y luego decides si te vas o te quedas,
¿De acuerdo?
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NO FEELINGS • Max Verstappen •
FanfictionMax Verstappen, joven holandés, piloto de la Fórmula 1. Amber Harris, joven canadiense, periodista y corresponsal de la Fórmula 1. Estos dos mundos completamente diferentes coincidirán en el Gran Premio de los Países Bajos mientras cumplen con sus a...