𝓓𝓸𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓾𝓷𝓪

13

De nuevo despierto por el ruido en la puerta. Levanto mi cabeza y noto que Jungkook no está a mi lado, seguramente se cansó de esperar y se fué a dormir.

Min entra en la cocina y hace lo mismo de siempre. Yo veo que mis papeles están regados por la mesa y la computadora sigue prendida. Comienzo a acomodar todo y guardar algunos archivos.

-¿Qué es esto?-, Min está a mi lado, sosteniendo levemente mi cabello y con una expresión ilegible, pregunta por las marcas en mi cuello

-Fué Jungkook, y precisamente de eso quiero hablarte-, deja caer mi cabello una vez que dije quien lo había echo

-¿Sobre qué?-, pregunta llendo de nuevo a la cocina y sirviéndose un poco de agua

-Jungkook cree que estoy viendo a alguien más-, se queda un momento quieto, pero después continua con su acción y no dice nada, -En realidad dijo que esa idea salió de ti-,

-¿Y no tengo razón?-, pregunta una vez que bebe del vaso con agua, yo lo observo incrédula por lo que acaba de decir

-Por supuesto que no!, ¿Qué te pasa?-, suelto molesta

-Duermes en otra habitación, a penas y nos saludas, si Jungkook y yo estamos íntimamente no te unes, te vas más temprano que nadie y en las tardes nos saludas brevemente pero siempre estás pegada a los papeles o la computadora-,

-¿Y eso ya es sospechoso para ti?-

-Solo digo lo que veo-,

-¿Te volviste loco o el trabajo te comió las neuronas?, Estoy trabajando todo el tiempo, siempre que puedo les envio algún mensaje preguntando si ya comieron, tú nunca respondes a ellos. Soy yo quien debería sospechar de tí, te vas sin decir adiós, no contestas los mensajes en el día, por la noche llegas y luego duermes, tal vez eres tú quien está viendo a alguien más-, sonrío con ironía

-Eso jamás-, responde simplemente

-Lo mismo para mi también, yo no les haría eso-, digo muy cerca de él.

Min de pronto me toma por la cintura con uno de sus brazos y con su otra mano me agarra fuerte por la nuca.

-Dime a la cara que no estás saliendo con nadie más que nosotros-, nuestros rostros están muy cerca, pero hay una tensión del momento que no podemos dejar

-No estoy viendo a nadie, eres tú quien me levanta falsos-, reclamo. -Tal vez las cosas se enfriaron entre nosotros, ¿No lo crees?-,

-Entonces cambiemos eso-, dice para después besarme con pasión. De esos besos que Min daba cuando quería demostrar que nadie mas que él podía besarte y sentir así de bien.

Me toma por los muslos y me sienta sobre la mesa, se pone entre mis piernas y sin dejar de besarme sus manos juegan por debajo de mi blusa. Me apega mas a él, logrando un gemido de mi parte, se separa de mis labios y me observa

-Así me gusta, que reacciones así por mí-, me vuelva a tomar de las piernas y me carga, -Despertemos a Jungkook-, dice y vuelve a besarme, llevándome hasta la habitación.

......

A la mañana siguiente ya estoy en el auto de mi hermana con su mirada pesada sobre mí.

-¿Qué te pasa?-, me pregunta

-¿De qué?, Vámonos-, digo

-Vamos al trabajo, no a un convento-, se burla

-Cállate y conduce tonta-, golpeo su brazo juguetonamente

-Si madresita, después haremos nuestras oraciones, o ya sé!, Tal vez encontremos el funeral al que vas-, se vuelve a burlar.

En realidad es por mi atuendo de hoy. Falda larga, blusa manga larga y cuello alto, ambas de color negro. En mi cabeza era un bonito conjunto, solo que para Jesi fué extraño no verme con la ropa habitual. Y es que anoche dos hombres celosos se encargaron de marcar mi cuerpo como si de un territorio se tratase. Estaba tan exitada que no le presté atención hasta que tomé un baño. No solo en mi cuello había marcas, también las había en mis brazos, pecho, espalda, incluso en mis piernas. No algo exagerado, pero si eran visibles y es fácil adivinar que no son simples moretones por algún golpe. Solo un tonto creería eso.