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Después de que Min se llevó a Jungkook, yo me quedé sentada sobre los escalones de la puerta. Necesitaba algo de calma.

-Ja, claro-, suelta Taehyung, quién no había hablado, pero aún así no se fué y se quedó esperándome, -Resulta que no son solo rumores ¿no?-, me pregunta,

-Taehyung, no es el momento-, digo mientras entierro mi cara entre mis manos,

-Tu eres la chica-,

-SI TAEHYUNG!-, le respondo, -Y ya te dije que no quiero hablarlo ahora!-, lo observo con molestia. Me levanto del suelo y rápidamente entro en la casa, para después llegar a mi habitación.

Me recuesto en mi cama, pensando en todo lo que acaba de pasar. Jungkook de verdad que hace cosas sin pensarlo mucho, es muy impulsivo.

Estoy acomodaba sobre mi lado derecho, de espaldas a la puerta de mi habitación. Aún así, logro escuchar como la puerta se abre, no es muy difícil saber quien es.

El colchón se unde y se que él se acuesta. Tarda un momento, pero después puedo sentir su brazo deslizarse por mi cintura.

-Dejame sola-, digo en un tono bajo,

-Llora si quieres hacerlo. Soy lo único que tienes en este momento-, repite mis palabras y logran golpear en mí. Sin aguantarlo más, comienzo a llorar.

Taehyung solo me abraza y pega su pecho en mi espalda, dejándome desahogar, rompiéndome nuevamente ante él.

....

Me quedé dormida y como costumbre, la alarma me despertó. Tomo mi teléfono y la desactivo, me doy cuenta de un peso sobre mi cintura y veo que Taehyung está ahí aún.

-¿Desde cuándo tienes la alarma?-, me pregunta con los ojos cerrados,

-Pensé que dormías-,

-¿Con ese ruido?, Tenía al menos un minuto sonando-,

Nos quedamos en silencio, no hay sonido alguno, solo nuestras leves respiraciones.

-Desde hace un tiempo, no lo recuerdo bien-, digo respondiendo su pregunta inicial,

-¿Jin te lo contó?-,

-Yo lo descubrí-, abre los ojos y me observa, -Un día estabas algo inquieto, no recuerdo porqué entré a la habitación, solo te ví moverte mucho. Jin entró después y me pidió ayuda, él sujetaba tus brazos mientras tu llorabas, después me pidió la toalla con agua y, no sé, se me ocurrió que tal vez si acariciaba tu cabello y tarareaba algo funcionaría, desde entonces Jin me pidió algo de apoyo-,

-Ya veo-, dice, con su intensa mirada en mí, solo que esta vez es más suave, -¿Te sientes mejor?-, niego

-No creo estarlo, me siento abrumada por todo-, confieso

-Se te nota-, hace un movimiento y luego me voltea para quedar cara a cara, -Juni, se que ahora es un poco tarde, pero lo lamento-, sube su mano y acaricia mi mejilla, -La forma en la que te traté no tiene justificación, y yo mismo sé que me comporté como un imbécil contigo, pero simplemente me dejo llevar por el enojo y me desquito contigo, cuando sé que no tienes la culpa. Cuando dijiste que tratabas de entenderme, entendí que tú siempre estuviste dando todo por tu parte, pero yo no, nunca intenté hacerlo, y cuando te escuché decir que ya no ibas a preocuparte por mí, realmente me sentí abatido, cuando me quedé solo, entendí que estabas cansada, y mi actitud solo te alejaba. Pero volviste a ayudarme, aún sí saliste herida, te quedaste y no dijiste nada-,

-¿Por qué me dices todo eso?-,

-Jin confía mucho en tí, pero también respeta los secretos de los demás-, me confunde y no responde mi pregunta, -Tengo ansiedad por separación-, lo miro con leve sorpresa, -No puedo estar solo, me apego mucho a algo y me da miedo perderlo-,

𝓓𝓸𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora