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La fiesta de Halloween
Cuando Arya terminó de leer la carta la dejó con las demás que le había mandando como cada mes que lo hacía. Salió de su habitación y miró a su tía bebiendo una taza de té y tratando de resolver un crucigrama en el periódico que tenía desde la mañana leyendo.
—No vendrá, de nuevo–soltó un suspiro cansado–. Tina hará una fiesta mañana de Halloween y obvio estoy invitada–dijo sin rodeos sentándose a su lado.
—Sabes la regla–le mencionó dándole un sorbo a su bebida.
—No llegar tarde lo sé, así que ¿puedo ir?–mordía su labio inferior esperando la respuesta. Margaret luego de escribir la última que le quedaba en su crucigrama miró a su sobrina y asintió. Arya sonrió agradeciéndole a su tía, besó su mejilla y volvió a su dormitorio para hablar con Tina.
* * *
—Así que él pasará por mi–agregó Arya acostada en su cama con el teléfono en su oreja derecha, jugaba con el cable enredándolo en sus dedos.
—Te envidio, ese tipo es un bombón–le dijo Tina del otro lado de la línea telefónica. Arya y ella hablaron casi toda la noche pero cuando Margaret llamó a la puerta tuvo que colgar y dormir.
El siguiente día, Arya salió de casa para ir a la escuela. Tina pasaría por ella como todos los días, cuando la rubia cerró la puerta de su casa escuchó el ruido de una bici. Ella enfocó las vista hacia su vecino: Dustin Henderson que iba en bicicleta. Sin embargo le llamó la atención el disfraz que llevaba de cazafantasmas.
—Buenos días, Arya. ¡Feliz Halloween!–le saludó el chico de cabello rizado yéndose de prisa en su bici. Arya solo lo miró con confusión.
Luego de que Tina pasará se dirigieron a la secundaria. Arya en cuanto miró a Billy no tardó en acercarse a él y platicar. La chica hacía todo lo posible para que él no se apartara de ella.
—Iré disfrazada de Sandy, de Grease por obvias razones–se encogió de hombros abrazando sus libros hacia su pecho, soltó una mano para acomodar su cabello hacia atrás—. ¿Irás de alguien disfrazado? Puedes ir de Danny–le recomendó.
—Puede ser...–comentó fumando su cigarro–. Pero seguro tú lucirás sexy con ese disfraz–le sonrió coqueto.
—¿Eso crees?–le preguntó ella feliz y sonrojada por el halago de este.
—No hay duda de que eres la chica más bella de Hawkins, así que eso creo–le comentó. Arya estaba maravillada por lograr en que Billy se fijara en ella.
Aunque seamos sinceros, todos se fijaban en ella. Por ser bonita, popular, ser capitana de las porristas.
—Bien debo irme, necesito decirle algo a Tina. Nos vemos en la noche–se alejó de él tratando de no saltar de la emoción. Caminó cuando se cruzó con la niña pelirroja que había bajado con Billy del auto. Ambas ni siquiera se dirigieron la palabra pero Arya la veía apresurada con su patineta en la mano.
