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Once
Así que enseguida en el pequeño garaje donde tienen los Byers sus cosas, Hopper decidió quitar todo que pudiera reconocer Will. Taparon las ventanas, Arya se quedaría vigilando al niño por si despertaba y así inyectarle la jeringa para volver a dormirlo.
—Ahora entiendo por qué Ce era su maga–oyó a Max que estaba en la cocina con Mike.
—¿Qué?
—Lucas. Me contó sobre ella–le dijo.
—No debió hacerlo–la rubia al oírlo cerró sus ojos y resopló–. Y, aunque lo sepas, no eres parte de nuestro grupo. Lo sabes, ¿cierto?
—Si, lo sé.
—Ese mocoso necesita aprender modales–musitó Arya sentada en el reposabrazos al lado de Will mientras seguía acariciando su cabello.
—Digo, ¿por qué querían a una tonta zoomer en su grupo? Solo digo, Ce... suena como que era realmente asombrosa–mencionó Max.
—Si, lo era. Hasta que esa cosa se la llevó. Como se llevó a Bob–Arya al verlo salir, ella se levantó y lo siguió.
—Wheeler–el mencionado se detuvo y la miró–. Creo que te estás pasando ya de ser un cretino ¿tú no lo crees?–le preguntó acercándose cruzada de brazos.
—¿De qué hablas?–le preguntó frunciendo el ceño.
—¿De qué crees? Max no se merece que la trates así, solo porque Once no está. Y antes de que me digas que como lo sé, no te importa. Así que deja de decir que esa niña no está en tu tonto equipo–le aclaró seria.
—Tu tampoco deberías de estar aquí–le atacó molesto. Arya soltó la risa en sarcasmo.
—Créeme niño, preferiría estar en otra parte que no fuera aquí con esas cosas sueltas pero. Quiero a Will, Confío en Dustin, soporto a Lucas, conozco a Jonathan y a Joyce. Así que aquí estoy–alzó sus brazos sonriéndole con hipocresía–. Haznos un favor y deja de ser el idiota de tu equipo–le pidió al darse la vuelta e ir con Will. Mike solo se quedó fulminando con la mirada.
Después de terminar con el pequeño garaje, Jonathan fue por Will. Solo ellos junto con Hopper Joyce y Mike mientras que los demás esperaban en la casa.
—¿Te importa si me quedo aquí?–le preguntó Nancy a Arya señalando el lugar a su lado. Arya negó algo confundida y ella se colocó a su lado. En la habitación que estaba alado de ellas, se encontraba Steve que practicaba con el bate. Y enfrente de ellas Max y Lucas sentados en el suelo.
—Así que ¿tú y Jonathan?–le preguntó Arya para romper el incómodo silencio entre ellas. Nancy la miró alzando ambas cejas–. Ay por favor, son muy obvios–agregó sonriendo también mirándola.
