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La piscina
La chica desanimada atendía a la gente, ayer Billy la había dejado plantada y eso la hizo enojar y llorar por toda la noche.
Sin embargo oyó un grito conocido, le dió el cambio y el ticket a la señora y salió de ahí casi corriendo.
—¡Henderson! ¡Volvió!–Arya al llegar hacia el trabajo de Steve y Robin. Miró que había llegado Dustin.
—¡Volví! ¡Conseguiste el trabajo!–le gritó emocionado Dustin.
—¡Lo conseguí!–imitó una trompeta e hicieron su saludo imitando sonidos de sables de luz. Ambos rieron.
—Eres amigo de muchos niños, ¿verdad?–le preguntó Robin que estaba detrás del mostrador mirándolos.
—No tienes idea–agregó Arya contenta. Steve suspiró y Dustin se giró a ver a la chica–. ¡No puede ser que ya estés aquí, te extrañé tanto niño Henderson!–extendió los brazos y el chico de inmediato la abrazó.
—Dios Arya, ¿también conseguiste empleo?–le preguntó al separarse y miró el pequeño gafete con su nombre. Ella asintió y volvió abrazarlo–. Tengo que decirles algo a los dos–miró a Steve y Arya. Los cuales fueron a una mesa a platicar. Steve le llevó helado al chico en cuanto dijo que ya tiene novia.
—No puede ser. ¿Más guapa que Phoebe Cates? No–negó Steve.
—Phoebe Cates es una cabeza hueca. No sabe ni siquiera combinar su ropa–agregó Arya mostrando una mueca de desagrado.
—Ella es brillante. Y no le importó que mis perlas reales aún no salieran. Dice que besar es mejor sin dientes–mencionó y siguió comiendo.
—Buen argumento, oye Harrington déjame quitarte tus dientes para que beses a las chicas y que no huyan de ti por usar ese traje marinero–le dijo Arya intentando golpear al chico pero éste sostuvo sus manos.
—Ni lo pienses, Antonova–le advirtió. Miró a Dustin–. ¡Guau, qué bueno! Estoy orgulloso de ti, amigo.
—Ambos lo estamos. Es... algo romántico–mencionó ella dándole una mirada a Steve el cual asintió.
—Si es como... ¡Guau!
—¿De verdad puedes comer todo lo que quieras de esto?–le preguntó por el helado que le había dado.
—Si, por supuesto. Aunque no es buena idea para mí. Debo estar en forma para las chicas–Arya se atragantó con su propia saliva y comenzó a toser.
—Si, ¿cómo te va en eso?–le preguntó Robin un poco alejada. Arya sonrió también burlona.
—Ignórala–le dijo Steve a Dustin.
—Es genial–señaló Dustin.
—No lo es. ¿Y los otros cabezas huecas?
—Es cierto, no he sabido nada de ellos desde el otro día–dijo Arya mirando a Dustin.
