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Max corre grave peligro
—Esto es una estupidez–negó Arya a lo que Henry le había comentado sobre las Banshees. El hombre a su lado rió entre dientes.
—¿No te gusta creer?–ella se detuvo un momento al pensar. Ha visto criaturas muy raras; una niña con poderes y su ex siendo poseído por el Desuellamentes, además también recuerda cuando murió su mamá...
—Ya no sé lo que es real y lo que no–dijo pensativa.
Alaska.
El avión había aterrizado ya en aquel lugar nevado. Maggie que venía sentada al lado de un señora que no le paraba la platica agradeció cuando aquella mujer decidió despedirse e irse.
—Bueno me gustó hablar contigo, por cierto ya no te conté sobre cuando hice el estofado de pollo que a mi marido le encantó–rió la mujer lo cual Maggie también pero sin entender.
—Si aunque me gustó la historia del atún–mintió aún riendo. La señora se alejó al tomar su maleta de mano y Maggie también se levantó para caminar hacia donde estaban Joyce y un Murray dormido–. Tuve un vuelo de historias de demasiadas comidas–le mencionó a Joyce con cansancio.
—Bueno yo tuve que escucharlo roncar y babear–señaló a Murray que tenía su cabeza descansando en el hombre de Joyce, se giró hacia él–. Vamos. Ya llegamos–el hombre despertó algo desorientado.
—Llegamos a Alaska, vamos–le dijo igual Maggie. Tomaron sus maletas de mano y bajaron del avión.
—Bienvenidos a Alaska–les dió la bienvenida la sobrecargo.
—¡Por Dios? ¿Esto es primavera?–preguntó Murray cuando sintieron el aire frío pegando en sus rostros. Maggie intentaba mantener los ojos abiertos sin embargo le era difícil cuando pequeños copos de nieve caían.
Hawkins.
Arya seguía leyendo y hablando poco con Henry. El hombre al parecer le encantaba aquello sobre la mitología cosa que Arya no sabía del todo. Más ella sabía que eso era imposible.
—Arya–la rubia se sobresaltó y miró a Robin la cual había llegado a ella–. Tenemos algo, Nancy sabe qué pasó. ¿Tú Encontraste algo?
—Solo... mitología, nada interesante–agregó pero al mirar a su derecha ya no estaba Henry–. ¿Adónde se fue?
—¿Adónde se fue quién?–preguntó Nancy cuando igual llegó hacia ellas. Arya frunció el ceño sin embargo se levantó de la silla.
—No importa, ¿qué saben entonces?
—La casa de Víctor Creel, el demonio era Vecna–mencionó Nancy.
Las tres de inmediato salieron de la librería para ir a informar a los demás. Robin llamó por la radio a Dustin.
