Capítulo 63

807 123 11
                                    


Pero después de vivir en la finca del Gran Duque, cambió.

Empezó a enamorarse de las cálidas llamas de la chimenea y de las brillantes fresas rojas.

Ya no odiaba su pelo escarlata.

Y las flores de ayer.

Luciano no le regaló flores rojas sólo porque eran bonitas.

Como el rojo es el color de Ariel, eligió a propósito un tulipán rojo y se lo regaló.

La gente creía que Ariel, que era pelirroja, era hija de la antigua marquesa por una aventura, pero Luciano hizo que la belleza y el aroma de las flores rojas llenaran el baile.

Como para no negar el color rojo de Ariel, sino más bien tratando de mostrarlo.

Al darse cuenta de ello, el corazoncito de Ariel comenzó a palpitar.

Después de dar un paseo por el jardín, Ariel se sentó en un columpio decorado con enredaderas y glicinas mientras tomaba un sorbo de agua con trozos de limón.

Susan cogió un pastel hecho con pudín de leche y lo cortó en grandes trozos con manos hábiles.

Los acompañantes de Ariel, Héctor y Ralph, también estaban bebiendo agua un poco lejos de ella.

- Héctor.

Cuando Ariel llamó, el voluminoso Héctor engulló un cubo del tamaño de un tambor y corrió hacia Ariel.

- Sí, mi señora.

- Tengo curiosidad por algo.

- Siéntase libre de preguntar cualquier cosa, joven señora.

Héctor, que hablaba agradablemente, se golpeó el pecho.

Ariel sonrió ante su gesto de confianza.

- Quiero saber sobre la infancia de Luciano. ¿Puedes contarme?

Héctor respondió con una sonrisa.

- Puedo decirte lo que sé.

Ariel esperaba su historia con los ojos brillantes.

- Quiero decir, me uní a los Caballeros del León Azul... ¿hace 14 años? Fue hace unos 14 años. El funeral de la Gran Duquesa debió celebrarse poco después de que yo entrara. Fue un día oscuro con una lluvia que caía continuamente.

Ariel incluso había oído hablar de ello. La antigua Gran Duquesa, es decir, la madre de Luciano, falleció* mientras daba a luz a su bebé.

La madre de Ariel, la marquesa Bianche, también murió al dar a luz, así que sabía que esas cosas eran bastante comunes.

(t/n: prueba A, el término utilizado para "murió" aquí es "죽었기에" que es más directo y de uso común. Pero eso sólo dice que esta historia está muy bien escrita~)

Pero cuando escuchó la escena de aquel día de boca de Héctor, sintió una tristeza desoladora.

- Antes era mercenario, así que no tenía a nadie con quien salir en ese momento. Ese día estaba solo, y me desmoroné por la multitud de camino al funeral. Pero no conozco el lugar.

La Orden de los Leones Azules era la orden exclusiva de la familia La Carte.

Como es la esposa de su señor y la señora de la familia La Carte, tenían que asistir al funeral de la Gran Duquesa.

- Estuve dando vueltas, tratando de buscar algún sirviente para poder preguntarle, pero no pude ver a nadie en esta espaciosa mansión, y sólo pude escuchar el espeluznante sonido del viento... Jaja, pensé que un fantasma saldría en cualquier momento.

LPDGDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora