Capitulo 71

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La razón más común era que los intereses de las dos familias cambiaban, o que uno o ambas personas involucradas se enamoraban de otra persona.

- Probablemente, todos piensan que en el futuro Luciano y yo nos vamos a divorciar.

Un matrimonio que no está equilibrado se rompe fácilmente.

Es el Maestro Espadachín más joven y descendiente directo del Gran Duque La Carte.

Luciano era, en todos los sentidos, un soltero elegible.

Por otro lado, las condiciones de Ariel eran insignificantes.

Su padre, el marqués Lucillion, no era muy rico ni poderoso, y su linaje seguía bajo sospecha por ser pelirroja.

No era descabellado que otra joven aspirara a ocupar el puesto de Ariel.

Mientras Ariel intentaba apaciguarla de verdad, Diana dio de repente una palmada y refunfuñó.

- Todo se debe a eso.

- ¿Eh?

- La cara del Joven Gran Duque.

- ¿Eh?

Diana suspiró profundamente.

- Lo entiendo, ya que un La Carte es un La Carte. ¿Pero por qué tiene que tener también esa cara? Qué poca vergüenza.

Ariel comprendió enseguida a qué se refería Diana.

En efecto. Solo está casada con él por contrato, pero a menudo le cegaba la cara de Luciano, así que ¿qué pasa con otras personas que no tienen inmunidad?

'Pero si lo dejo así, Diana pasará a la lista de las jóvenes que se enamoraron de Luciano'.

- Bueno... ¿Sabes algo del Príncipe Heredero? ¿Sabes quién es?

La pregunta de Ariel hizo reflexionar a Diana.

- Hmm...

Diana, candidata a Princesa Heredera desde su infancia, se había reunido varias veces con el Príncipe Heredero Dietrich.

Sin embargo, sus encuentros no dejaron una profunda impresión en ambos.

Diana daba más importancia a ser la heredera del duque Mónica que al cargo de princesa heredera, y Dietrich no mostró por ella más interés que el de la cortesía.

- Bien. En cuanto a su aspecto, es rubio y tiene los ojos verdes... Es un caballero. Pero no estoy segura de si eso es lo que realmente es.

'¿Rubia y ojos verdes?'

Entonces la cara de aquel chico pasó por la mente de Ariel. El chico rubio y educado que conoció en la terraza el día de su debut.

Pero Ariel negó con la cabeza.

'No. Eso no puede ser verdad. Ese Joven Señor dijo que su nombre es León.'

Pero no importa. Verá al Príncipe Heredero de todos modos si va al Baile de Otoño, le guste o no, así que no tiene por qué preocuparse de antemano.

- Joven Señorita, Joven Señorita Mónica. Es hora de la merienda.

Susan, que traía aperitivos al invernadero, dejó la bandeja que llevaba en la mano.

Era una tortita al horno con frutas y relleno de crema pastelera en el interior.

- Vaya, ¡tenía hambre!

Ariel y Diana cogieron alegremente el tenedor para la merienda que les había traído Susan.

*****

Ariel, que pasó la mañana con su amiga, se encerró con Heath en la biblioteca por la tarde.

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