CAP 7

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Plebeyo...

AMIRA

No hago el intento de entrar a mi casa, primero tengo la necesidad de verla cuando ya esté lista para que yo viva, me subo a mí auto guardando los papeles de la casa en la guantera.

En la puerta del comando hacen la revisión, aprovechando la oportunidad le toman las placas a mi auto y me asignan un puesto en el cual estacionar.

Bajo del auto y literalmente corro por todo el comando hacía la pista de aterrizaje.

--Hola... -digo agitada.

Me quedo mirando el cielo esperando ver a mi persona favorita.

--¿Que te pasa Amira? Te noto triste. -no tengo la mas mínima idea.

--No pude tomarme mi café Colombiano, no me dió tiempo.

Miento, no sé porqué estoy así cuando es obvio que hay personas pasando por peores situaciones.

--Nena tranquila mañana te acompaño a comprarlo. -me abraza.

--Yo lo quería hoy, ya mañana no quiero. -refunfuño presa de la rabia.

Suelta una risa escandalosa y me abraza mas fuerte, enserio lo extrañé, me apego a su pecho recordando todas las veces que me protegió.

Miro el cielo cuando suena un ruido y ahí está el jet con la A, mí jet... Andres me sostiene cuando ve que voy a correr.

--Tranquila Amira deja que apaguen los motores. -me regaña.

--Él estuvo ahí cuando tu no pudiste, cada que había una tormenta salía de la cede y se camuflaba por toda la clínica hasta llegar a mí habitación, me quitaba la camisa de fuerza abrazándome en el proceso.

Lagrimas decienden por mis mejillas ante los recuerdos pero todo queda en segundo plano al ver a mi plebeyo bajando en pijama del jet.

--Samuel!!!!!! -grito fuerte mientras corro, me le tiro encima y caemos al suelo.

--Mi hermosa Reina creo que me partiste la columna. -se agarra la espalda con una mano.

Me río pero no me suelto de sus brazos, el se levanta y yo quedo como un koala, escondo mi cabeza en su cuello, él es mi rey ahora y para siempre.

--Asi que tú eres el famoso teniente Hernández... -habla Andrés en un tono frío.

Sigo con mi cabeza en el cuello de Samuel pero eso no quita que imagino la cara de Andres mientras lo dijo, mi posesivo hermano.

--¿Famoso? No creo que esa palabra me defina pero si soy el Teniente Samuel Hernández. -habla mi rey seguro de sí mismo.

--Bueno... Los dejo solos tengo trabajo que hacer, toma tu llave, tu habitación esta al lado de la habitación de Amira, aquí los dormitorios no estan separados por genero. -justo ahora debe estar arrepintiendose de colocar la habitación de Samuel a mi lado.

Presiento que ya se fue porque a mi niño se le relajan los brazos.

--Si que da miedo tu hermano, ¿Que te pasa Amira? te siento triste. -el lo nota enseguida, por eso lo quiero, sabe leer mis sentimientos y pensamientos sin ningún esfuerzo.

--Llevame a tu habitación hoy duermo contigo, tienes una de las mejores pero de todos modos tu vivirás conmigo. -mi voz es acallada por su cuello.

--Está bien, vamos. -comienza a caminar hacia los edificios y yo sigo abrazandolo como a un koala, no quito mi rostro de su cuello.

--Amira no me quiero alterar pero todos me están mirando.

--Es por que llevas a la diabla en brazos. -escucho como se ríe, alzo un poquito la cabeza y miro sus labios.

VENGANZA DESEADA (LIBRO I  SAGA MUJERES DE LA MAFIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora