VENGANZA DESEADA (LIBRO I SAGA MUJERES DE LA MAFIA)

CAP 49

¿El lo sabía?

AMIRA

--Despierta...-escucho la voz de Laura a lo lejos.

Mí cabeza duele y solo me queda quejarme mientras abro los ojos.
Sería cliché preguntar que me pasó pero...

--¿Que me pasó? -cuestiono algo encandilada por la luz de la clínica.

Mi amiga se levanta y corre hacía mí como si esto fuera un milagro

--Despertaste. -susurra con lágrimas en sus ojos.

Momentos se vienen a mí cabeza, la fotógrafia.

--¿Dónde está Samuel? -cuestiono apretando mi mandíbula con enojo.

Me negaba a ver lo obvio, lo conocí en España, entró de madrugada a mí habitación, se comportó como un ángel, se comportaba extraño cada que respondía una llamada, no me permite ver su celular, se negaba a presentarme a su familia.

Si tan solo hubiera tratado de investigar lo hubiera descubierto desde un principio y ahora no me sentiría utilizada.

--Llamare al doctor...-avisa Laura saliendo, minutos después entra Andrés, Alessio, Laura y Nahomi.

Nahomi se acerca a mí para revisar mi pulso, mi respiración y otras cosas.

--Todo está perfecto...

--¿Dónde está Samuel? -interrumpo a Nahomi quitándome el suero.

--¡Amira quédate quieta! --me ordena Andrés obligandome a permanecer en la cama.

Paso mis manos por mi rostro con frustración, ¡¿Por qué me hizo esto?!

¿Por qué no me dijo la verdad? Soy una estúpida que pensó que él necesitaba ser defendido.

Tres días antes de mi destierro mi hermano asesinó al heredero de la mafia española, el segundo heredero desapareció o eso creía.
Como se ocultó en la misión del dos de octubre, como los reconoció estando en una mascarada.

--Samuel ya viene, le acabo de avisar...-me dice Laura.

--Amira no puedes tener emociones fuertes o puedes volver a desmayarte. -escucho la voz acusatoria de Nahomi.

Andrés cruza los brazos enojado y yo mantengo su mirada.

--¿Que paso? -pregunta con su mandíbula apretada.

--Nada que no pueda superar...-respondo mirando el anillo en mí mano, él siempre lleva el suyo y yo siempre llevo el mío.

--¡Reina!--entra Samuel con preocupación que ahora pienso que es fingida.

Intenta abrazarme y yo retrocedo con lágrimas que nublan mi visión.

--Salgan todos menos Samuel...-pido con la voz ahogada.

Me creo la persona que mueve las fichas y al parecer las fichas tienen jugadas que no había descubierto.

Los chicos salen algo asustados al escuchar mí tono de voz, Samuel intenta acariciar mi mejilla y yo atrapo su mano en el aire.

--¿Cómo te llamas? -le pregunto permitiendo que una lágrima ruede por mí mejilla.

Su ceño se frunce sin entender.

--Samuel Hernan...

--¡La puta verdad! - le exijo soltando su mano.

Me abrazo sintiendo que me expuse ante él y solo me ultilizó.

--¿Que verdad? -cuestiona apretando su mandíbula.

--¿Eres el segundo heredero de la mafia española? -cuestiono con mi labio inferior temblando.