VENGANZA DESEADA (LIBRO I SAGA MUJERES DE LA MAFIA)

CAP 22

La historia se repite...

MIKHAEL

Amira sale de mis brazos entrando a la carpa.

La sigo, viendo su perfecto culo moviendose, de seguro no sabe que en vez de caminar modela.

Aprieta los labios y comienza a cambiarse.
Al recoger el protector solar veo su mano temblar.

--¿Tienes frío? -le pregunto, deja caer el protector para mirarme asustada.

Agacha su cabeza moviéndola de un lado a otro.

--Ya callate!!! -grita tapando sus oídos, me acerco rápido y la abrazo fuerte, solo di que necesitas ayuda y yo te la daré.

Al calmarse solo choca repetidamente su frente con mi pecho.

--No lo dije para ti... -la suelto, recojo el bloqueador y se lo entrego pero su mano sigue con los movimientos.

--Es por el frío... -arrebata el bloqueador de mi mano y recoje mas rápido las cosas.

¿Porqué simplemente no me dice lo de la enfermedad?

Joder con todo lo que investigué seguramente ya soy neurólogo, dos días buscando lo mínimo para saber que hacer si llega a tener alguna crisis al estar conmigo.

--Tranquila. -le quito las cosas y termino de recojer, su mano sigue temblando y aprieta su vestido al terminar de ponérselo.

Acomodo mi camisa y cierro los botones.

--Dame la mano. -le ordeno, me muestra su mano la cual sigue temblando, enredo su mano con la mía y aprieto.

El impulso de su mano intenta soltarse pero solo logra que mi mano tambien tiemble.

Al entrar al hotel Amira se acerca al mostrador para tomar unas gomitas.

Un hombre de unos setenta años de edad se le acerca lentamente por atrás, me acerco rápido y atrapo su mano en el aire al ver que intentó subirle el vestido.

Amira voltea asustada y se oculta detras de mi.
Es una capitana del EIJL pero toda mujer siempre sentirá algo de temor al verse acosada de tan horrenda manera.

Cada que veo algo así me enojo, saber que pude haber violado a Amira y no lo recuerdo es muy frustrante.

--Aprende a respetar... -le susurro, doblo su mano dejándola deforme, su grito atrae la atención.

Suelto su brazo dejándolo en el suelo.
Abrazo a Amira por sus hombros y caminamos hacia el ascensor, nos miro en el espejo.

Ya veo porque todos nos miraban.

Amira llama la atencion en donde sea y a mi lado se ve perfecta.

Ella con sus cabellos negros, su rostro de ángel y cuerpo de infarto.
Pero sigo sin entender porque oculta sus ojos, tiene puesta las ridículas gafas.

--¿Por qué ocultas tus ojos? -le pregunto, me arrepiento al ver que se suelta de mi abrazo como si le causara asco.

--No quieres saber la respuesta. -me contesta seca, ¿Ahora que le pasa?

Entramos a la suite, Amira tira su bolso en la mesa y deja sus sandalias en la sala, es una muñeca desorganizada.

--Me arreglaré para salir a cenar con los chicos... -me avisa entrando a la habitación, intento entrar pero la puerta tiene seguro.

Suspiro profundo sentandome en los muebles.

Si tan solo supiera lo que ella piensa, todo sería mas fácil.
Pasan las horas y Amira no sale de la habitación...