Amira Rinaldi, no sabría como describirla, eso sí las palabras perfectas serían, rencorosa, orgullosa, manipuladora y por sobre todas las cosas VENGATIVA.
Pero no podemos culparla ha pasado por tantas cosas y no puede contar con los dedos de las ma...
--No puedo creer que tu te casas primero que yo!!! -habla Laura ofendida.
Estamos entrando a mi casa con una cantidad de bolsas, ayer estábamos en el centro comercial y la pasé bien aunque ya deseaba llegar a casa.
Abro la puerta y observo todo, dos años y medio sin venir...
--Solo es un matrimonio, no es como si fuera la tercera guerra mundial. -refuto subiendo a mi habitación.
Al entrar me es imposible no recordarlo allí, con ese disfraz o como me trajo a casa y me cuidó. Recuerdo como me ayudó a levantar y procedió a ponerme de lado para que no me ahogara, aún me pregunto cómo sabía lo que tenía que hacer.
--¿Que pasa? -cuestiona Laura acomodando las bolsas en la cama.
--Nada. -respondo mirando la terraza, maldita carta.
--Amira estamos a tiempo de largarnos a una isla y huir de un matrimonio...-me ofrece Laura con una sonrisa encantadora.
--No, estoy feliz de casarme con Alessio...
--Aja. -ignoro el tono en que lo dijo.
--Tú primero. - le digo señalando mi baño, Laura agarra una de las toallas y entra no sin antes guiñar un ojo.
Escucho el agua y a Laura cantando, saco mí vestido y reparo lo hermoso que es, creo que soy la única rara que antes de cambiarse para un evento importante acomoda toda la ropa en la cama para revisar que todo luzca precioso.
Observo el vestido negro que se acomoda a mis curvas, tiene una abertura y un escote de corazón, el vestido no llega a mis pies pero roza mí batata.
Miro el bolso a su lado, la cuerda es dorada y es pequeño así que solo me permitirá llevar mí celular, la tarjeta black y las llaves de la casa porque Samuel estrelló el carro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siento que Laura grita y sé que es porque cambió el agua a fría, según la masoquista eso mantiene firme la piel y loca yo que le sigo la corriente.
Reparo ahora los tacones negros que tienen pitas gruesas que se amarran, son altos y me encantan, no tienen diamantes pero se ven elegantes y estilizados.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
