VENGANZA DESEADA (LIBRO I SAGA MUJERES DE LA MAFIA)

CAP 47

Maldito sea el destino...

MIKHAEL

La miro sin poder creer que nuevamente la tengo frente a mí.

No es la mujer destruida que rescaté de aquella mansión, ahora se nota fuerte, imponente y antipática.

--A mí me encanta asesinar hombres imprudentes y entrometidos. --su indirecta me hace sonreír.

Todos en la mesa sienten el ambiente incomodo menos Alessio quien parece no entender.

--Amor, ¿Estás enojada? -blanqueo los ojos ante la pregunta.

Es un maldito imbécil que no nota que su prometida lleva toda la fiesta odiandome pero a la vez deseandome.

--No, para yo odiar a alguien primero tiene que importarme. -sonrío nuevamente viendo que esa no fue la pregunta que le hizo su futuro esposo.

Con ella aprendí que nada de lo que salga de esa boquita debe importarme porque la mayoría de palabras son mentiras.

Seguimos comiendo entre intentos fallidos de Alessio por mantener una conversación entre Amira y yo.

Agarro la copa de champán y bebo de ella viendo como Alessio tiene la mano de Amira agarrada, la apoya en la mesa y yo respiro profundo sin demostrar expresión alguna.

Si los finales felices existieran en la vida real, ella estaría de este lado de la mesa agarrando mí mano, no allí fingiendo que ama al imbécil a su lado.

--Ya he vuelto. -dice Alessandra.

Volteo a verla y está sonriente, le dije que se largara, no quiero que haga el ridículo, no soy tan insensible como Amira que le da igual ver cómo humillo a Alessio.

--Ushhhh--se queja Amira haciendo una mueca de asco.

--Ya vuelvo. -dice Alessio saliendo de la mesa.

Amira mantiene su mirada en su plato y mueve la comida como si no tuviera apetito.
A su lado Fernando roza su brazo tratando de llamar su atención.

Ella solo está inmersa en sus pensamientos y espero estar jodiendola en ellos.

--Tuvimos un mal comienzo. -dice Alessandra llamando la atención de todos, aprieto mis labios al ver que Amira aprieta el tenedor en su mano pero levanta su mirada- Alessandra Marino, la novia de Lombardi.

Aprieto mis manos al ver que adquirió un puesto que nadie tiene, Amira sonríe y sé que la hará quedar mal.

--Amira Rinaldi, el amor de su vida...-responde con una sonrisa cínica.

Todos en la mesa muerden sus labios para no reír y yo finjo que no escuche nada.
Le dije que se fuera y no me hizo caso ahora que aguante.

--Amira deberías comer se te enfriará. -le dice Andrés sonriente.

Ella lo mira, su ceño se frunce, muevo mi comida sin querer comerla, tengo ganas de vomitar.

--Ya vuelvo. -dice levantándose de la mesa aprovecho para reparar su cuerpo.

Definitivamente ese cuerpo no lo tiene nadie, su cadera tiene un ligero movimiento que me deja embelesado, sin poder evitarlo mojo mis labios.

--No entiendo cómo sufriste por ella, no es bonita. -susurra Alessandra en mi oído, su tono de envidia me frustra.

--Amira es hermosa y por más que te joda eso no cambiara. -bufa ante mí respuesta.

--Te rompió el corazón...-me recuerda como si yo pudiera olvidarlo.