Jungkook
Ir al apartamento de Chucks no fue la mejor idea, sobre todo si tenemos en cuenta que mi obsesión por él iba en aumento.
Sentía el olor de su piel, el toque a vainilla de su perfume y el champú de jengibre y jazmín en todos los muebles del pequeño piso. Aquel lugar tenía su nombre grabado por todas partes, y su personalidad estaba presente en cada rincón de las habitaciones.
Lo vi en las velas de sidra alineadas perfectamente sobre la repisa de la chimenea, como si fueran soldados, y en las fotos enmarcadas de su graduación, en las que salía abrazando a su padre con una sonrisa de oreja a oreja y besando a un tipo, que supuse que sería el imbécil de Yang. Lo veía en las cortinas abiertas de par en par para que el sol entrara en la habitación, y en el montón ordenado de periódicos y libros en la mesa de centro, como también en la marca que había dejado una taza al lado de los libros, lo que indicaba cuál era su pasatiempo favorito. Y en la curiosa fotografía que colgaba encima del televisor en la que se veía a un niño que alargaba la mano para sujetar un globo con forma de corazón que se alejaba volando.
Supéralo. Está buenísimo. Pero en el mundo hay muchos chicos. Tienes un plan. Síguelo y no te desvíes.
—Su madre compró esa fotografía —me dijo el padre—. No pega con el resto de la casa, pero no tenemos agallas para quitarla.
Se detuvo al lado de la imagen y la miró fijamente. Hice una mueca, yo también sabía lo que era guardar todas las cosas mientras esperabas a que esa persona querida que había fallecido regresara milagrosamente. El duelo era muy duro, por eso prefería no pensar demasiado en ello.
—No me parece que su hijo sea de los que no se atreven a hacer las cosas — dije con desdén.
El hombre reflexionó un momento.
—Puede que no sea por un tema de agallas. Nam tiene muy buena memoria y un corazón enorme.
Kim Yifeng era un hombre sorprendente.
Era fuerte, reservado y educado, y no le gustaban las tonterías. Estaría celoso de Namjoon si la situación no fuera una mierda ahora mismo. Su padre era un hombre respetable, y no pude evitar preguntarme qué tipo de persona sería yo si tuviera alguien así a quien admirar.
Yifeng conocía a su hijo mejor que yo y estuvo de acuerdo en que mantener la reunión en secreto era lo mejor para todos. Mentirle no era la mejor opción, pero los dos sabíamos que si Namjoon descubría que iba a pagar para que su padre accediera a un programa de tratamiento experimental para gente con cáncer avanzado se enfadaría, aceptaría la oferta y dejaría que lo carcomiera por dentro. Le había pedido a Dong que buscara el programa experimental, porque no quería que Dahyun se enterara de que el padre de Namjoon estaba enfermo si él no se lo había querido contar. Como Yifeng no estaba tan mal teniendo en cuenta que tenía un cáncer en fase tres, lo aceptaron en el programa sin poner pegas después de que les hiciera una importante donación.
Aceptar mi ayuda entraría en conflicto con la integridad de Namjoon. Era un hombre independiente, y yo no quería que el gesto supiera a sexo y a latigazos sarcásticos en la oficina. Además, no lo hacía solo por él. No era un imbécil sin corazón. Ayudar a Yifeng era mi manera de enmendar lo que le había pasado a Joohyun.
Había acabado con una vida, ¿qué tenía de malo intentar salvar otra?
Yifeng no me preguntó muchas cosas que no estuvieran relacionadas con el tratamiento que recibiría. No me preguntó, por ejemplo, por qué quería ayudar a su hijo, así que me ahorré la historia de cómo nos conocimos. No le conté que, una hora después de haber invitado a su hijo a una copa, estaba lamiéndolo y metiéndole los dedos en su interior húmedo y rosado. No solía comer culos, pero él tenía un trasero de escándalo. En cualquier caso, pensé que no hacía falta que se lo contara a su padre enfermo.
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CONVERSE (KOOKNAM)
FanfictionAclaraciones: -Adaptación solo para entretenimiento y sin fines de lucro. -La historia tiene variaciones a la trama original -La historia NO me pertenece, todos los créditos correspondientes al autor original. Advertencia: +18. Mpreg.