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Cuando los días pasan y las heridas no cierran te das cuenta de que va resultar difícil seguir adelante por lo menos eso se sentía

—Vamos amigo no puedes encerrarte así—suplicaba por 8va vez Aldo

Santiago estaba así desde el funeral, distante sin alegría y sin ánimos de nada

Aldo trataba de soportar todo durante el día por sus amigos y entre ellos el pequeño hijo de Greg que ahora estaba bajo su cuidado pero en la noche tanto el como Gianluca sufrían juntos.

—No tienes que venir todos los días, quiero estar solo

—Me preocupas hermano, te quiero y lo sabes

—No me mataré

—Aún así quiero estar contigo

—Él no me trataba como basura, perdí a mi mejor amigo tan rápido. Tal vez si lo soy

—Oye...—Corzo se recostó en la cama haciéndole compañía—Tú eres mi amigo, no quiero perderte también

—¿Y si me detienen?

—Se que no te gusta lo que hicimos pero con eso debe ser suficiente para archivar ese caso.

—Borrar mis huellas y colocar las suyas...—soltó con la voz quebrada

—No había otra manera, tú no podías perderlo todo.

—Aldo...Quiero irme

—¿Que dices?

—No me siento bien, necesito tiempo para mi...para sanar

No hay día que no me culpe y tu sabes que yo hasta estuve con esos desgraciados

—¿y a donde irás?

—No lo sé, no planeo quedarme en un solo lugar

—¿Estas seguro de que quieres dejar de jugar?

—Totalmente, no me siento cómodo y seria comenzar nuevamente por lo menos...hasta volver a ser yo mismo.

—Me alegra oír que no planeas dejarte llevar por la tristeza sino por encontrarte a ti mismo

—Ojalá yo logre eso

—¿Porque no vienes Aldo?

—Dios no...no podría yo...tengo a Gian y ahora a mini Greg

—Uhm, bueno pero no estás feliz y no trato de decir que tu relación vaya mal pero, ¿como te sientes tú realmente?

—Yo estoy...

—Aldo...

Gianluca llamaba llamando la atención de ambos, Aldo se preguntaba si había escuchado eso último.

—Debemos irnos, tengo tus cosas ya listas.—habló el italiano sin despegar la mirada de corzo por unos segundo pero luego salió de la habitación.

—Nos vemos Santiago, cuídate por favor—se despidió Aldo tan solo tocando el hombro de este último y bajó escalones abajo encontrando a Gianluca sentado en las últimas gradas.

—¿Piensas dejarme?—pregunto él

—No..., No podría hacer eso yo solo estaba tratando de explicarle cómo estoy

—Aldo no te estoy culpando, no podría hacer eso contigo

—Y yo no podría dejarte, eres mi vida

—¿Y si ya fuera tu vida Aldo?

—¿Porque me haces esto?

—Porque necesito que seas sincero contigo, ni siquiera conmigo sino por ti mismo. —El italiano colocaba ambas manos en cada hombro del lateral mientras que este no lo miraba fijamente reflejando algo de culpa.—Lo único que quiero es tu felicidad, tú me haz hecho tanto bien que enserio lo único que quiero es protegerte pero no veo esa sinceridad tuya.

—Soy egoísta, se que tú estás mal al igual que yo pero ahora estamos hablando solo de mí, Gianluca nunca planearía dejarte.—Gian negaba con la cabeza mientras aldo hablaba

—Cuando te conocí te me hiciste un chico tan pero tan gracioso con todos, tan tierno como cuando te sonrojabas con cada cosa que yo decía sobre ti.

—¿Te dabas cuenta?

—Creo que eso me dio alas para conocerte un poco mejor—decía este sonriendo—De un momento a otro solo pasabas tiempo conmigo y luego fui yo el que empezó a avergonzarse con tan solo un mirada de tu parte, no se si te dabas cuenta pero yo esos primeros días llegaba demasiado arreglado a la concentración...ups...solo lo hacía por ti.

—Somos dos despistados

—Perdón Aldo

Te hice daño, no hubiese querido que fuera así y la mayor parte de las cosas que hemos vivido fueron en parte mi culpa.

—No me importa eso, Yo te amo incluso más de lo que la hinchada lo hace—bromeó

—Entonces hagamos esto...—se acercó para unir sus labios suavemente y luego se separaron.—Aldo corzo eres un hombre libre, no tengo derecho a celarte desde ahora ni siquiera a buscarte pero si te apoyaré, siempre.

Aldo solo lo miraba llorando pero a la vez sonriendo porque esto no era más que otra prueba de amor que el italiano le daba, ninguno quería apagar lo que habían construido pero seguir con todo el estrés actual y con la mentalidad deteriorada probablemente era una locura.

—Gianluca eres un hombre libre no tengo derecho a decir que eres mío ni siquiera a...considerarme tu fan número 1 pero siempre te diré lo mucho que significas para mi.

—Encuentra tu camino y yo haré lo mismo por ambos

—Por ambos

Aquellos abrazos y muestras de cariño no se hacían esperar, sus labios y sus cuerpos anhelaban despedirse lo más neutral posible pero como no dejarse llevar si probablemente luego cada uno tomaría su camino.

—Gian...

—Dimmi, amore mio, perdona il mio Sebastian. Mi bebito

—Cuando esté completamente bien prometo buscarte si aún no haz encontrado a alguien más.

—Lo mismo digo

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—¿Listo amigo?

—Aquí vamos Viena—hablo el lateral peruano

—¿Y tú campeón?—habló Santiago dirigiéndose al pequeño niño en hombros de corzo quien ahora los acompañaría porque Aldo había conseguido ser tutor del hijo de Greg, sin duda todos necesitaban aire nuevo.

—Claro que sí tío Santiago

—Aldo!

—¿Yoshi?

—Sabes...llamaré todos los días y pobre que no me contesten, hablo por los tres.—este último abrazo como pudo a corzo pues ya habían tenido su momento melancólico hace unas horas antes de salir para el aeropuerto en donde le hizo presente una fotografía de los 2 juntos en diferentes situaciones, como un collage completamente emotivo.

De esta manera el aeropuerto anunciaba su vuelo y todos se vieron por última vez al cruzar las escaleras eléctricas gritando de vez en cuando como Yoshimar que no podía aguantar sentir tristeza.

—Tranquilo, sabremos de ellos lo más pronto posible no es como si la tierra se los fuera a tragar.

—Si...tienes razón.

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El siguiente será el capítulo final, de antemano muchas gracias por todo aún no siendo el escenario esperado.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2022 ⏰

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